Alza en tarifas: Asumir los retos del libre mercado.

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Kohoutek Velasco

El precio de los energéticos es, de siempre, un arma con doble filos para la política mexicana. Si pronuncias su descenso te vanaglorias, asumiendo que a los 10 minutos puedes tragarte tus palabras si hay un poco de vergüenza en ti.
Lo cierto es que el marco regulatorio ha cambiado por la aplicación de la reforma energética, pasando de subsidios a mansalva – Que lejos están de cumplir su cometido de apoyar a los más desfavorecidos, dicho sea de paso. – a la liberalización de los mercados, por lo menos en el papel y en la intención. Esperemos que, como tanto se ha reiterado, veamos concretado este paso tan positivo como necesario en el 2018.
Actualmente somos parte de una transición gradual, donde poco a poco se comienzan a vislumbrar pequeños atisbos de lo que es tener un mercado con competencia pues la Secretaria de Haciendo elaboró un entramado plan donde, poniendo ciertos límites mínimos y máximos, permite fluctuar el precio de los combustibles – Gasolina, en este caso – según se mueva el mercado, es decir, nos estamos presentando ante las altas y bajas que enfrenta el mundo día con día, tal es el caso de las tarifas de luz, que enfrentan un aumento como respuesta al propio aumento de combustóleo y diésel, componentes indispensables para generar energía eléctrica – y motivo por el cual se sigue promoviendo la transición al gas natural como principal componente más barato y no tan contaminante. –
¿Es esto verdaderamente positivo? ¿Vale la pena si quiera considerar estos terribles panoramas como opción? Bueno, es el mismo mercado quien nos tiene una respuesta.
Lo primero a decir es que las reacciones del mercado siempre se basa en la búsqueda de opciones más baratas, eficientes y capaces de solventar la demanda existente, una vez tomada la mejor opción de las pocas – o muchas – disponibles, toca competir para hacerlo rentable, y es ahí donde se encuentra su beneficio.
Promociones, descuentos, ventas especiales… Un largo etcétera de alternativas disponibles para brindarte el servicio más óptimo, así sea contra vientos y mareas, y no porque les interese verte con el automóvil abastecido o la casa iluminada, sino porque quieren tu dinero, así como tú quieres el suyo, que a fin de cuentas todos vivimos del intercambio de necesidades y prioridades.
Esperemos que este ejemplo pueda ser ilustrado de mejor manera cuando otras Gasolineras establezcan sucursales a lo largo y ancho del país compitiendo la una con la otra, teniendo a cuestas una intervención tan grande como lo es un mínimo y máximo de precios.
Puede que para muchos sea un panorama desalentador el salir de la “seguridad” que brindan subsidios, directrices centralizadas o respaldos constitucionales – Sin verdadero sustento, claro está – a la hora de tener que afrontar un precio a la alza por razones que están fuera de nuestro control, como cambios en la geopolítica mundial o desastres naturales pero, igualmente, vale la pena hacer la pregunta en sentido contrario… ¿Los subsidios, planes centralizados y respaldos constitucionales pueden afrontar estas calamidades del mundo energético? Evidentemente no, prueba de ello es la misma Pemex que arrastra una deuda desastrosa así como una inoperancia tecnológica considerable – y eso sin contar los escándalos de corrupción o el tema sindical – que, en el peor de los casos, puede terminar en un desabasto terrible.
Entonces tenemos en frente un gran reto: El de asumirnos responsables de nuestros gastos, el de afrontar y sobre todo ser parte de un mercado que pretende brindarnos más de una opción. No es algo ajeno, ni nuevo en realidad, es algo que vemos todos los días en el mercado o en los tianguis comunes y corrientes donde los “marchantes” como los más diestros maestros de la economía, siempre buscan la manera de brindar un mejor servicio, a veces dando muestras gratis que sustenten la calidad de su producto, a veces con llamativos carteles e ingenios varios o con la seguridad de poder reclamar en caso de que el producto no sea lo esperado. A veces hay momentos de incertidumbre – Como el limón o recientemente el aguacate – pero, siempre, hay alguien que nos ofrece una alternativa y ese es el principio del libre mercado… ¡Más alternativas, señores!
“Kohoutek Velasco, miembro fundador de México Libertario. Ni de izquierda ni de derecha; Simplemente lógico. Activista y escritor liberal.”
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