AMLO BIEN, PERO…

PESOS Y CONTRAPESOS

El martes pasado, en el marco de las modificaciones al Tratado México – Estados Unidos – Canadá, T-MEC, por las cuales ya no debería haber problema para su ratificación, AMLO dijo que el mismo “significa mayor inversión para Canadá, Estados Unidos y México”; que “se trata de atraer más inversión para América del Norte, para esta región del mundo”; que “si hay inversión hay crecimiento, si hay crecimiento hay bienestar, si hay bienestar hay paz y hay tranquilidad”. En esta ocasión AMLO tuvo clara la relación inversión – crecimiento – bienestar.
Más inversión directa se traduce, en primer lugar, en más producción de bienes y servicios, que es la variable con la que se mide el crecimiento, por lo que más inversión directa se traduce en un mayor crecimiento de la economía y, con él, en más creación de empleos y en más generación de ingresos, binomio empleos – ingresos que es condición necesaria para aumentar el bienestar de la gente, y hacerlo, no porque el gobierno, redistribuyendo el ingreso, les proporcione satisfactores, sino porque ella, trabajando y generado ingreso suficiente, puede acceder a los mismos comprándolos. En el primer caso se trata de alguien mantenido, en el segundo de alguien productivo, y es lo segundo, el trabajo productivo, y no lo primero, la manutención gubernamental, lo que va con la dignidad de la persona.




El bienestar de las personas depende de la cantidad, calidad y variedad de los bienes y servicios de los que disponen, para lo cual lo primero que se requiere es que se produzcan, para lo cual se necesita de las inversiones directas, que son las destinadas a producirlos, para lo cual los empresarios necesitan un mínimo de seguridad y eso, seguridad, es lo que proporciona el TLC, todavía vigente, y lo que, sustituyendo al TLC, proporcionará el T-MEC, cuyas negociaciones terminaron el pasado martes, quedando pendiente su aprobación por los congresos de los tres países, algo que no debería ser problema.




Por lo pronto me llama la atención lo dicho por AMLO en torno a la relación confianza –inversión – crecimiento – bienestar, de lo cual deduzco que la entiende, restándole entender que la confianza de los empresarios, tanto nacionales como extranjeros, para invertir directamente en el país, no depende únicamente, y mucho menos principalmente, del T-MEC, o de cualquier otro tratado internacional, sino de muchas otras variables que van, desde el respeto a las inversiones directas ya en marcha (el NAICM en Texcoco), hasta no calificar como delincuencia organizada a los evasores fiscales (haciéndolos objeto de la extinción de dominio).
Bien por lo que dijo AMLO, ¿pero entenderá lo que ello demanda del gobierno más allá del T-MEC?
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