BALANZA COMERCIAL, PRUEBA DEL ATORÓN

PESOS Y CONTRAPESOS

Ya tenemos la información oportuna sobre la balanza comercial de México para agosto, y los datos confirman el atorón por el que atraviesa la economía mexicana, que se manifiesta, no tanto por el lado de las exportaciones, que tienen con ver con lo que los extranjeros nos compran, y por lo tanto con el dinamismo de su economía, sino por el lado de las importaciones, que tienen que ver con los que nosotros les compramos a los extranjeros, y por lo tanto con el dinamismo de nuestra economía, que deja mucho que desear, encontrándonos en la sala de la recesión.
En agosto de este año, comparando con agosto del año pasado, las exportaciones de productos mexicanos crecieron 2.2 por ciento: las petroleras decrecieron 29.1 por ciento, y las no petroleras crecieron 4.6 por ciento: 35.6 por ciento las agropecuarias, 1.4 las extractivas y 3.7 las manufactureras: 9.7 por ciento las automotrices y 0.4 las no automotrices.




Por su parte las importaciones de mercancías extranjeras decrecieron 5.9 por ciento: menos 22.6 por ciento las petroleras y menos 3.7 las no petroleras; menos 11.9 por ciento las de bienes de consumo; menos 3.7 por ciento las de bienes intermedios; menos 14.0 por ciento las de bienes de capital.
Todas las importaciones decrecieron, y las que más lo hicieron fueron las de bienes de capital, que se transforman en inversiones directas, que se destinan a la producción de bienes y servicios, variable con la que se mide el crecimiento de la economía, del cual depende la creación de empleos y la generación de ingresos.
Durante el periodo enero – agosto de al año pasado, comparando con el mismo periodo de este año, las exportaciones crecieron 23.9 por ciento: las petroleras decrecieron 12.7 por ciento, y las no petroleras crecieron 5.2 por ciento: 9.5 por ciento las agropecuarias, menos 5.4 las extractivas y 5.1 las manufactureras: 7.5 por ciento las automotrices y 3.9 las no automotrices.
Las importaciones, por su parte, decrecieron 0.4 por ciento: menos 8.4 por ciento las petroleras y más 0.7 las no petroleras; menos 3.6 por ciento las de bienes de consumo; más 1.2 por ciento las de bienes intermedios; menos 8.4 por ciento las de bienes de capital.
Nuevamente fueron las importaciones de bienes de capital (junto con las petroleras) las que más se contrajeron, lo cual no augura nada bueno, ni para las inversiones directas, ni para el crecimiento de la economía.




En agosto, y en el período enero – agosto, el resultado de la balanza comercial fue superavitario, por 775 millones de dólares en agosto, y por 2,804 entre enero y agosto, lo cual es prueba de la desaceleración económica, y de que es más el ahorro que sale de México hacia el resto del mundo que el que entra del resto del mundo hacia México, otra prueba de la desaceleración.
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