PESOS Y CONTRAPESOS
 |
| Arturo Damm Arnal |
El jueves 30 de junio se dará a conocer la decisión del Banco de México en torno a la Tasa de Interés Interbancaria a un día (TII), que actualmente está en 3.75 por ciento. Teóricamente las posibilidades son tres: que la reduzca, la mantenga igual, la aumente. En la realidad las posibilidades son dos: que la mantenga igual o la aumente.
¿De qué puede depender la decisión de las autoridades monetarias? Dos son las posibles respuestas: del comportamiento del tipo de cambio peso dólar; del comportamiento de la inflación, medida por el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC). ¿Cuál es la respuesta correcta? Del comportamiento de la inflación, ya que la tarea del Banco de México es preservar el poder adquisitivo de la moneda nacional (evitar la inflación, cuyo comportamiento de mide por el INPC), no mantener estables los precios de los distintos bienes y servicios que se ofrecen a los consumidores, precios que, para racionar los mercados (corregir situaciones de escasez –a ese precio la cantidad demandada es mayor que la ofrecida– o abundancia –a ese precio la cantidad ofrecida es mayor que la demandada–), deben moverse libremente según las relaciones entre la oferta y la demanda. Esto, ¿se aplica también para el precio del dólar? Sí.
Sin embargo, hay quienes opinan que, frente a la reciente depreciación del tipo de cambio peso – dólar (del 7.2 por ciento durante el pasado mes de mayo), y con el fin de combatir dichas depreciación, el Banco de México debe aumentar la TII, tal y como lo hizo el 17 de diciembre del 2015, y el 17 de febrero del 2016, pasando del 3.00 al 3.75 por ciento, nivel en el que se encuentra actualmente. Durante este tiempo, ¿se frenó la depreciación? No, del 16 de diciembre pasado (antes del aumento en la TII del 3.00 al 3.25 por ciento) al 10 de junio (con la TII en 3.75 por ciento), la deprecación del peso frente al dólar fue del 6.5 por ciento.
Continuará.
E-mail: arturodamm@prodigy.net.mx
Twitter: @ArturoDammArnal
