BIENESTAR AUTORREPORTADO

PESOS Y CONTRAPESOS

Interesante el debate en torno al bienestar, sobre todo ante el nulo crecimiento de la economía, medido por el comportamiento de la producción de satisfactores, sin los cuales una dimensión del bienestar, la que depende de la cantidad, calidad y variedad de los bienes y servicios disponibles, resulta imposible. Todo lo demás constante, a mayor cantidad, calidad y variedad de bienes y servicios, mayor bienestar y viceversa.
Con la frase “todo lo demás constante” se acepta que el bienestar no solo depende de la disposición de satisfactores materiales, pero reconociendo que ciertas esferas del bienestar no material (por ejemplo: el que se consigue al escuchar el concierto Emperador de Beethoven) dependen de determinadas condiciones materiales (por ejemplo: la sala de conciertos, los instrumentos de los músicos, la batuta del director, las partituras, etc. o, en su caso, el CD y el reproductor de música en casa). En muchos casos el bienestar no material depende de bienes materiales, que hay que producir, lo cual nos remite al crecimiento de la economía.




El INEGI publica los Indicadores de Bienestar Autorreportado (IBAR) apuntando que “la medición del bienestar subjetivo se enmarca (…) sobre la necesidad de dar seguimiento al progreso social a través de la perspectiva de las personas acerca de sus experiencias de vida, y no solo a través de la disponibilidad de bienes y servicios”, llevando “las mediciones del bienestar ‘más allá del PIB’ para centrarnos en reportes sobre la calidad de vida”, evaluando “en qué medida la población disfruta de su vida, si está satisfecha con ella y con algunos de sus principales aspectos, si tiene sentido de propósito y si reporta experiencias gratas y significativas”, todo lo cual se mide en escala de 0 (insatisfacción total) a 10 (total satisfacción), a partir de doce dominios. Comparo los resultados del IBAR de julio de 2019 con los de julio de 2018, repasando cada uno de los doce dominios (cito primero 2018 y luego 2019).
Relaciones personales: 8.7 y 87. Actividad u ocupación: 8.5 y 8.6. Vivienda: 8.4 y 8.4. Estado de salud: 8.4 y 8.4. Logros en la vida: 8.4 y 8.4. Perspectivas de futuro: 8.3 y 8.3. Nivel de vida: 8.1 y 8.1. Vecindario: 7.9 y 7.9. Tiempo libre: 7.6 y 7.8. Ciudad: 7.2 y 7.3. País: 6.8 y 6.8. Seguridad ciudadana: 5.4 y 5.3. Calificación promedio: 8.3 y 8.3.




En ocho de los doce dominios, el 66.67 por ciento, el IBAR quedó igual. En tres, el 25 por ciento, mejoró. Solo en uno, el 8.4 por ciento, empeoró. ¿Cuál? El relacionado con seguridad ciudadana.
Hasta julio pasado el mal desempeño de la economía no había afectado al IBAR, y será hasta el 27 de febrero próximo cuando el INEGI publique el siguiente reporte, con los datos para enero del 2020. ¿Cuál será el resultado?
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