El coloso de San Ángel

Oscar-Hernandez
Óscar Hernández

Preocupados están los vecinos de San Ángel. Desde hace años mantienen una lucha por rescatar y preservar aquella tradicional zona de la Ciudad de México. Hoy enfrentan una nueva batalla.
En avenida Revolución 1734, se erige un edificio del siglo XVIII. Forma parte del conjunto arquitectónico “Antiguo Convento del Carmen”. Es un monumento histórico en peligro.
Desde hace más de dos años, cuando la dueña de la edificación murió, lo ocupa la fundación “Fertilizando el esfuerzo”, que asegura pagar una renta, de la cual no mostró contrato. Hay clases de inglés y danza aérea, también opera como comedor y sala de exposiciones. El tema es que la estructura del inmueble presenta daños en pisos, paredes y techos, por lo que su uso representa riesgo para ocupantes y, de acuerdo con expertos, daña al coloso.
Lo más grave, señala Josefina Mac Gregor, directora de la red Suma Urbana, es que “Fertilizando el esfuerzo” no cuenta con autorización del Instituto Nacional de Antropología e Historia, para hacer reparaciones o modificaciones al inmueble, como lo vienen haciendo.
“Muchos vecinos han presentado denuncias porque es un predio que ha recibido modificaciones estructurales, que deberían tener el visto bueno del INAH, y de Protección Civil de la delegación Álvaro Obregón”, plantea Mac Gregor.
Razones “culturales”
El inmueble tiene dos plantas, un gran patio y diversas salas; todos con daños en algún grado. Nos recibe Fernando Landeros, director de la fundación. El hombre asegura que ellos rescataron el edificio, “aquí se organizaban fiestas estilo rave, cuando llegamos aquí hicimos un convenio con la persona que estaba de responsable de la casa”, argumenta Landeros.
El considerado “Monumento Histórico” fue sometido a reparaciones, dice Fernando; quien asegura tener el permiso de la autoridad federal correspondiente; “También contamos con tres salitas que hemos nosotros restaurado con la venía del INAH para poder realizar exposiciones”.
Este equipo de trabajo revisó documentos. La fundación “Fertilizando el esfuerzo” exhibió una solicitud que hizo al INAH para realizar obras. La dependencia respondió que debían cubrir ciertos requisitos: Acreditar la propiedad del inmueble, mostrar planos arquitectónicos, y la constancia vigente del uso de suelo. “Ese permiso se solicitó el 19 de febrero de 2013, unos días después nos dieron un permiso provisional por 72 días para realizar obras de mejoramiento”, asegura Susana Landeros, presidenta de la fundación. Cabe señalar que dicha autorización no fue presentada al momento de la entrevista con el reportero.
Lo que sí mostraron fueron expedientes de “Suspensión de Obra” que el INAH les envió tan sólo un mes después de la presunta solicitud, es decir, en marzo de 2013. A la letra del documento oficial se lee: “Este Instituto detectó obras sin previa autorización en el inmueble”, razón por la cual suspendió los trabajos.
Un mes después, en abril de 2013, ocurrió lo mismo; Antropología e Historia envió otro documento para suspender nuevamente las obras, al no tener sustento en un permiso federal.
Hoy día, los propios moradores del edificio, quienes continúan con las obras de reparación, reconocen que en más de una ocasión, fueron objeto de multas del INAH, “resulta que los trabajos no eran lo adecuado, y simplemente me llegó una multa”…”¿Con cuánto te multaron?”… “Eran 22 mil”… “¿El NAH?”…”Sí”.
La asociación Suma Urbana y el Patronato de San Ángel, advierten sobre el riesgo de colapso que corre el inmueble patrimonial, ya que es sometido a constantes modificaciones y usado por decenas de personas.
El Museo del Carmen, ubicado a un costado del referido edificio, también se pronuncian por rescatar y preservar el inmueble. Incluso han levantado denuncias para que la autoridad competente verifique las actividades que ahí se llevan a cabo y si están permitidas.
“Queremos una inspección de las autoridades federales; no descartamos se considere la posibilidad de recuperar el inmueble”, concluye Josefina Mac Gregor.
Y es que, un bello patrimonio arquitectónico está en riesgo.

Óscar Hernández Bonilla es reportero de investigación en Proyecto 40. Conductor suplente en Informativo 40. Especializado en temas sociales y seguridad. Coberturas electorales, desastres naturales,  e internacionales: guerrilla de las FARC. “En cualquier parte hay algo valioso, digno de narrar; el reto es descubrirlo”.

E-mail: oskarhbonilla@gmail.com

Twitter: @ohernandezb