CONSUMO FAMILIAR

PESOS Y CONTRAPESOS

El desempeño de una economía debe medirse a nivel de la economía familiar, del bienestar de las personas, que depende de la cantidad, calidad y variedad de los bienes y servicios de los que dispongan y, por lo tanto, del empleo, el ingreso y el poder adquisitivo.
Mes tras mes el INEGI reporta el consumo privado en el mercado interno (CPMI), que “mide el comportamiento del gasto realizado por los hogares residentes del país en bienes y servicios de consumo, tanto de origen nacional como importado (…) excluidas las compras de viviendas u objetos valiosos”, siendo un buen indicador del consumo y bienestar de las familias.




En términos anuales (comparando cada mes con el mismo del año anterior) y desestacionalizados (eliminando los efectos estacionales y de calendario, lo cual hace posible una mejor comparación), el CPMI creció en agosto pasado 2.7 por ciento. Este resultado, ¿es bueno o es malo? Comparemos.
Un año antes, en agosto del 2017, el CPMI creció 3.1 por ciento. Un mes antes, en julio de 2018, su crecimiento fue del 2.2 por ciento. Con relación al año anterior el resultado fue malo: menor crecimiento. Comparado con el mes anterior el resultado fue bueno: mayor crecimiento.
En términos mensuales (comparando cada mes con el mes anterior) y desestacionalizados, el CPMI creció en agosto pasado 0.5 por ciento. ¿Cómo calificar este resultado? Comparemos.




En agosto del 2017, un año antes, el CPMI creció 0.1 por ciento. Un mes antes, en julio de 2018, su crecimiento fue del 0.3 por ciento. Con relación al año anterior el resultado fue bueno: mayor crecimiento. Comparado con el mes anterior el resultado también fue bueno: mayor crecimiento.
En términos anuales, entre enero y agosto del 2017, el crecimiento promedio mensual del CPMI fue 3.59 por ciento. Entre enero y agosto del 2018, un año después, resultó del 2.45 por ciento. La buena noticia: el CPMI sigue creciendo. La mala: el CPMI sigue creciendo, pero menos.
En términos mensuales, entre enero y agosto del 2017, el crecimiento promedio mensual del CPMI fue 0.06 por ciento. Un año después, entre enero y agosto del 2018, creció 0.14 por ciento. La buena noticia: el CPMI creció más.
Una de las variables que determina el bienestar de las familias es el poder adquisitivo del dinero, que se pierde con la inflación, misma que registró un importante repunte en 2017: en 2015 fue 2.13 por ciento, en 2016 fue 3.36, y en 2017 fue 6.77. A partir de entonces, con altibajos a lo largo del camino, ha venido bajando y en octubre pasado de ubicó en 4.90 por ciento, tendencia a la baja que debe mantenerse hasta conseguir, por lo menos, la meta en la materia que es una inflación del 3 por ciento, más menos un punto porcentual de margen de error, por lo que la máxima inflación aceptada es del 4 por ciento. La de octubre resultó nueve décimas de punto porcentual mayor, es decir, un 22.5 por ciento mayor.
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