¿Por qué es importante que la economía crezca lo más posible?
En primer lugar porque el problema económico es la escasez, no todo alcanza para todos, menos en las cantidades que cada uno quisiera, y mucho menos gratis, y una de las condiciones para minimizarla y maximizar el bienestar es que se produzca lo más posible, producción de bienes y servicios que es la variable con la que se mide el crecimiento.
En segundo lugar porque la producción de bienes y servicios, y por lo tanto el crecimiento, está relacionado con la creación de empleos (para producir alguien debe trabajar) y la generación de ingresos (a quien trabaja se le paga), condiciones para el bienestar, que depende, en buena medida, de la cantidad, calidad y variedad de los bienes y servicios de los que se dispongan para satisfacer necesidades, la mayoría de los cuales hay que comprar, por lo que hay que pagar un precio, para lo que hay que generar ingreso, para lo que se necesita empleo. Crecimiento económico no es lo mismo que bienestar social, pero existe una clara relación entre los dos: sin el primero no es posible el segundo.
Ya tenemos, publicados por el INEGI, los datos del crecimiento de la economía mexicana en 2022, medido por el comportamiento del Producto Interno Bruto, el PIB: 3.08 por ciento. ¿Bien o mal? Comparemos.
En 2018, antes del inicio de la 4T, el crecimiento fue 2.18 por ciento. En 2019, ya con la 4T en marcha, y antes de la aparición del Covid, fue menos 0.18 por ciento, por lo que la recesión inició antes de la aparición del Covid. En 2020, ya con el Covid, la economía decreció 8.23 por ciento. En 2021, consecuencia del efecto rebote, el crecimiento fue del 5.53 por ciento. En 2022 la economía mexicana creció 3.08 por ciento, menos que en 2021, año que podemos calificar de atípico por el efecto rebote, pero más que el promedio observado entre 1982, año en el que perdimos el crecimiento elevado y sostenido (entre 1934 y 1981 la economía creció, en promedio anual, 6.17 por ciento) y 2021, año en el que no lo habíamos recuperado, y que fue 2.07 por ciento. Lo mínimo que debe lograrse en materia de crecimiento, es que éste sea mayor que el promedio, sobre todo si ese promedio es, como es el caso, malo.
Algo que hay destacar es que en el cuarto trimestre de 2022, con 18,560,365 millones de pesos (constantes de 2013), se superó el máximo histórico de 18,554,459 millones de pesos, del primer trimestre de 2019, por lo que, si por recuperación entendemos volver a estar como estábamos antes de la recesión (que comenzó el segundo trimestre de 2019), en el cuarto trimestre del año pasado el PIB se recuperó, lo cual quiere decir en términos del mismo la recesión no costó catorce trimestres.
De haberse mantenido la tendencia observada en el primer trimestre de 2019, en el cuarto de 2022 el PIB hubiera sido, más o menos, de 20,409,905 millones de pesos (constantes de 2013), diez por ciento mayor del que fue.
¿Qué se espera para 2023 y 2024? Según el promedio de las 38 respuestas recibidas por el Banco de México en su encuesta de enero a los economistas del sector privado, el crecimiento será de entre 1.00 y 1.68 por ciento, por debajo del promedio.
¿Qué se espera para los próximos diez años, 2024 – 2033? Según la media de las 38 respuestas recibidas por el banco central en su encuesta, el crecimiento promedio anual será del 2.06 por ciento, ligeramente por debajo del promedio.
