PESOS Y CONTRAPESOS
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| Arturo Damm Arnal |
Hay quienes creen que, en materia de balanza comercial, el déficit (importar más de lo que se exporta) es malo y que el superávit (exportar más de lo que se importa) es bueno, razón por la cual les preocupa el resultado de la balanza comercial de México, que por lo general es deficitaria: las importaciones superan a las exportaciones. ¿Realmente el déficit es malo y el superávit bueno? Respondo con el siguiente ejemplo, en el cual uso el concepto de Disponibilidad Efectiva de Bienes (DEB), que es igual a la producción interna de bienes (PIB), menos las exportaciones (EX), más las importaciones (IM), reconociendo que ante el fenómeno de la escasez (no todo alcanza para todos, y menos en las cantidades que cada uno quisiera) el reto es que la DEB sea la mayor posible. Esto último, ¿se logra con una balanza comercial equilibrada (EX igual IM), superavitaria (EX mayores que IM), o deficitaria (IM mayores que EX)? Supongamos una PIB igual a 1,000 dólares y veamos que pasa con la DEB en cada uno de los casos.
Equilibrio (EX = IM): PIB igual a 1,000 dólares, EX igual a 100 dólares, IM igual a 100 dólares. DEB = 1,000 – 100 + 100 = 1,000. Superávit (EX mayores que IM): PIB igual a 1,000 dólares, EX igual a 200 dólares, IM igual a 100 dólares. DEB = 1,000 – 200 + 100 = 900. Déficit (IM mayores que Ex): PIB igual a 1,000 dólares, EX igual a 100 dólares, IM igual a 200 dólares. DEB = 1,000 – 100 + 200 = 1,100. ¿Con cuál de los tres posibles resultados de la balanza comercial (equilibrio, superávit o déficit) la DEB es mayor? Con el déficit, que supone que con el pago obtenido por las exportaciones no alcanza para pagar las importaciones, por lo que el faltante debe salir de algún otro lado. ¿Cuál? Cualquiera de las otras fuentes de divisas (dólares en nuestro caso): remesas, inversión extranjera (tanto financiera como directa), préstamos, repatriación de capitales.
Continuará.
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