El dinero es una herramienta maravillosa, que nos permite pasar del intercambio directo: tantos litros de vino por tantas hogazas de pan, al indirecto: tantas unidades dinerarias por tantos litros de vino y tantas hogazas de pan, y multiplicar los intercambios, condición para un mayor bienestar, siendo éste el fin de la economía.
¿Qué es el dinero? No es riqueza, sino el medio de intercambio de la riqueza, que consiste en los bienes y servicios con los que satisfacemos necesidades, la mayoría de los cuales tenemos que comprar, lo cual podría hacerse, ineficazmente, por medio del truque, lo cual se hace, eficazmente, por medio del intercambio indirecto, usando dinero.
¿Qué es dinero? La respuesta correcta es: cualquier cosa que los agentes económicos acepten como medio de intercambio, como medio de pago. Históricamente dinero ha sido, desde la sal hasta las criptomonedas, y una cosa, que para unos puede ser dinero (por ejemplo: criptomonedas), para otros puede no serlo, de tal manera que no hay una cosa que, por su propia naturaleza, sea dinero. Todo depende de que esa cosa, la que sea, sea aceptada, por un comprado y un vendedor, como medio de pago: que el vendedor esté dispuesto a pagar con ella y, más importante, que el comprador esté dispuesto a que se le pague con ella.
Puede decirse, sobre todo en los sistemas dinerarios basados en dinero fiduciario (ya llegaremos al tema), que la respuesta correcta a la pregunta qué es dinero, no es cualquier cosa que los agentes económicos acepten como medio de pago, como medio de intercambio, sino aquello que la ley, y por lo tanto los legisladores, y por lo tanto el gobierno, impone como medio de pago, como medio de intercambio de curso legal, estando obligados los agentes económicos a aceptarlo como dinero, lo cual, por más que exista la obligación legal de acepar el dinero fiduciario como medio de pago, tiene sus límites, marcados por la inflación (ya llegaremos, también, a este tema).
Para entender el tema conviene comenzar por la siguiente pregunta: el dinero, ¿se descubrió o se inventó? Al hablar del dinero no me refiero a los billetes y las monedas, que se inventaron para resolver problemas que elevaban los costos de transacción (lo que les costaba a oferentes y demandantes, de entrada en términos de tiempo, llevar a cabo los intercambios), sino a esas cosas que, mucho antes de que se acuñaran monedas e imprimieran billetes con fines dinerarios, ya se usaban como medios de pago, como dinero. Ese dinero, previo a las monedas y a los billetes, ¿se descubrió o se inventó?
Antes de continuar, y a manera de agradecimiento, reconozco la deuda intelectual que, con relación al tema del dinero, tengo con Carl Menger (1840 – 1921) y su libro El dinero (1892); con Ludwig von Mises (1881 – 1973), discípulo de Menger, y su libro La teoría del dinero y el crédito (1912); con Friedrich August von Hayek (1899 – 1992) , discípulo de Mises, y su libro La desnacionalización del dinero (1978); con Murray Rothbard (1926 – 1995), discípulo de von Mises, y su libro ¿Qué le ha hecho el gobierno a nuestro dinero? (1963); y con Jorge Luis Borges (1899-1985), y su relato El Zahir, incluido en El Aleph (1949), en donde encontré una maravillosa reflexión en torno al dinero. A cada uno, ¡gracias!
Entonces, el dinero, ¿se descubrió o se inventó?
Continuará.
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