PESOS Y CONTRAPESOS
ARTURO DAMM ARNAL
El talón de Aquiles de la economía mexicana, en los últimos cuarenta años, de 1982 a 2022, ha sido el crecimiento, que se mide por el comportamiento de la producción de bienes y servicios, relacionada con la creación de empleos (para producir alguien tiene que trabajar), y la generación de ingresos (a quien trabaja se la paga por hacerlo), de los que depende el bienestar de las personas (variable con la que debe calificarse el desempeño de la economía). A mayor crecimiento de la producción más creación de empleos y más generación de ingresos, y a más creación de empleos y más generación de ingresos mayor bienestar. Se empieza por el crecimiento y se termina, por medio del empleo y el ingreso, en el bienestar.
Entre 1935 y 1981 la economía creció, en promedio anual, 6.2 por ciento. En 1982, consecuencia de la Docena Trágica, perdimos el crecimiento elevado y, tomando en cuenta los resultados de la encuesta de diciembre del Banco de México a los economistas del sector privado, estimando que la economía haya crecido 5.6 por ciento el año pasado, y proyectando que crecerá 2.8 en 2022, el crecimiento promedio anual en los últimos cuarenta años, de 1982 a 2022, habría sido 2.10 por ciento. El año de mayor crecimiento fue 1997, 6.8 por ciento. El de menor 2020, menos 8.3. El promedio 2.1.
Según los resultados de la misma encuesta, y considerando el promedio de las 37 respuestas recibidas por el Banco de México, el crecimiento promedio anual de la economía en los próximos diez años, de 2023 a 2033, será 2.2 por ciento: 3.3 la proyección más optimista, 1.6 la más pesimista. Seguiremos con un crecimiento que no alcanzará para mejorar el bienestar. Va de nuevo: se comienza por el crecimiento y se acaba, a través de los empleos y los ingresos, en el bienestar.
El INEGI dio a conocer, para noviembre, el Indicador Global de la Actividad Económica, IGAE, que mide el comportamiento de la producción. En términos mensuales (comparando cada mes con el mes anterior), después de haber ligado tres meses consecutivos de decrecimiento (agosto 1.2 por ciento; septiembre 0.3; octubre 0.2), en noviembre creció 0.3 por ciento. Bien. En términos anuales (comparando cada mes con el mismo mes del año anterior), mantuvo la tendencia hacia un crecimiento cada vez menor: agosto 3.9 por ciento; septiembre 1.4; octubre 0.4; noviembre 0.3. Mal. ¿Qué se espera para los próximos meses?
Cito del comunicado del INEGI: “En diciembre de 2021, el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) estima una variación negativa del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) de 0.2% respecto a diciembre de 2020”. Después de haber crecido 0.3 por ciento en noviembre, se estima que, según el IOAE, el diciembre el IGAE haya decrecido 0.2 por ciento.
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25 de enero de 2022
