DEUDA PÚBLICA, CUATRO MEDICIONES (Segunda y última parte)

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Arturo Damm Arnal

PESOS Y CONTRAPESOS
Como porcentaje de los ingresos totales del sector público federal, al final del sexenio de Calderón, en 2012, la deuda total de dicho sector (Gobierno Federal, más Pemex, más CFE, más IMSS, más ISSSTE) representó el 152.3 por ciento. A  finales del 2015, a mitad del sexenio de Peña Nieto, dicho porcentaje llegó al 191.2 (el sector público tendría que haber destinado el 191.2 por ciento de sus ingresos para liquidar sus pasivos). El incremento fue de 38.9 puntos porcentuales, equivalentes al 25.5 por ciento.
Por su parte, en 2012, el servicio de la deuda total del sector público federal (pago de interese, más comisiones, más otros pagos), como porcentaje de los ingresos totales del sector público federal, fue del 8.7. En el 2015, tres años después, fue del 9.6 (el sector público destinó el 9.6 por ciento de sus ingresos para pagar el servicio de su deuda). El aumento fue de 1.3 puntos porcentuales, que equivalen al 14.9 por ciento.
Los aumentos señalados, ¿deben preocupar? La más reciente evolución de la deuda del sector público federal, ¿es preocupante? Parte de la respuesta la encontramos en la evolución de las tasa de interés a las que los acreedores están dispuestos a presarle al sector público. Veamos que ha pasado, en lo que va del sexenio peñista, con la tasa de los Cetes a 28 días.
En diciembre de 2012, al final del sexenio de Calderón, dicha tasa de ubicó en 4.05 por ciento. De entonces a enero del 2015 la tendencia fue a la baja y alcanzó, en aquel mes, el 2.67 por ciento. El pasado martes, en la subasta primaria, la tasa de Cetes a 28 días terminó en 4.29 por ciento, lo cual significó un aumento, con relación al citado 2.67 por ciento, de 1.62 puntos porcentuales, equivalentes al 60.7 por ciento. Este aumento, ¿refleja un mayor riesgo a la hora de prestarle al sector público? Y si es así, ¿a qué se debe? ¿A una deuda que tiende a crecer?
E-mail: arturodamm@prodigy.net.mx
Twitter: @ArturoDammArnal