¿EFECTO REBOTE?

PESOS Y CONTRAPESOS
Dos variables insustituibles para calificar el desempeño de una economía son la inversión directa (ID), de la que dependen la producción de bienes y servicios, la creación de empleo y la generación ingreso, y el consumo familiar (CF), del cual depende el bienestar de las familias.
En México no contamos con un indicador de la ID como tal, pero disponemos del Indicador de la Inversión Fija Bruta (IFB), que se realiza en instalaciones, maquinaria y equipo y que, por aportar la infraestructura necesaria para la producción, es un buen indicador de la ID. Con relación al CF contamos con el Indicador Mensual del Consumo Privado, que mide el gasto de los hogares en la compra de bienes y servicios de consumo, excluyendo vivienda y objetos lujosos. En ambos casos ya tenemos los resultados para enero y fueron buenos.
En enero la IFB creció, en términos anuales (comparando enero de 2019 con enero de 2018) 1.1 por ciento y en términos mensuales (comparando enero con diciembre) 8.0. Un mes antes, en diciembre, los resultados fueron, respectivamente, menos 6.3 y menos 1.0 por ciento. Dos meses antes, en noviembre, fueron: menos 2.2 y menos 3.7 por ciento.
Dado todo lo que depende de la ID (la producción de bienes y servicios, la creación de empleos, la generación de ingreso), uno de cuyos principales componentes es la IFB, es que el comportamiento de ésta en enero resultó una buena noticia.
En enero el CF creció, en términos anuales, 2.2 por ciento y 0.3 en términos mensuales. En diciembre, un mes antes, estos fueron, para cada caso, los resultados: 0.6 y 0.0. En noviembre, dos meses antes, fueron: 2.2 y 1.1 por ciento.
En enero el comportamiento, tanto de la IFB como del CF, mejoró con relación a diciembre, lo cual apunta en la dirección correcta, destacando los resultados de la IFB, de la cual dependen, en buena medida, los resultados del CF, ya que el mismo depende del ingreso, que a su vez depende del empleo, empleo e ingreso que dependen de la ID, uno de cuyos principales componentes es la IFB. A más IFB mejores oportunidades para que aumente el CF.
La pregunta, cuya respuesta conoceremos en los próximos meses, es si el buen desempeño de la IFB en enero fue consecuencia del efecto rebote: después de los pésimos resultados de noviembre y diciembre (consecuencia de la desconfianza que entre los inversionistas generó la cancelación de la construcción de NAICM en Texcoco), tarde o temprano tenían que registrarse mejores resultados, tal y como sucedió en enero. Estos resultados, ¿fueron consecuencia del efecto rebote o de un cambio de fondo en la percepción de los empresarios con relación al futuro de la economía, futuro que prevén mejor de lo que lo previeron inmeditamente después de la cancelación del NAICM? Esta es la pregunta.
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