EL EFECTO AMLO

PESOS Y CONTRAPESOS

Al hablar del efecto AMLO me refiero a las consecuencias que su triunfo y llegada al poder han tenido sobre la economía, mismas que pueden medirse de muchas maneras, incluyendo las perspectivas de crecimiento económico.
De las muchas proyecciones que se hacen en torno al crecimiento, la que tomo como referencia es la que aparece en la Encuesta sobre las expectativas de los especialistas en economía del sector privado, levantada mes tras mes por el Banco de México.
En junio del año pasado, antes de la elección, la proyección de crecimiento para 2019 fue 2.24 por ciento, crecimiento que, de haberse dado, hubiera estado ligeramente por arriba de lo normal, ya que el crecimiento promedio anual de la economía de 2001 a 2018 fue 2.06 por ciento.




En julio, después de la elección, la proyección de crecimiento bajó para ubicarse en 2.17 por ciento. En los próximos tres meses, de agosto a octubre, la misma resultó respectivamente del 2.16, 2.17 y 2.15 por ciento, siempre por debajo del 2.24 de junio, pero todavía por arriba del promedio del 2.06 por ciento, que es lo mínimo que debemos esperar del crecimiento: que resulte mayor que el promedio para ir elevándolo, algo que se ve difícil.
De noviembre a junio la proyección de crecimiento para este año ha decrecido mes tras mes, pasando del 2.15 por ciento de octubre al 1.13 de junio, consecuencia de la cancelación de la construcción del NAICM en Texcoco, que AMLO decidió el lunes 29 de octubre, decisión que afectó la confianza de los empresarios, lo cual se tradujo en una caída importante en la inversión directa, lo cual dio como resultado un menor crecimiento de la economía, que se mide por el comportamiento de la producción de bienes y servicios, y de manera lógica en las proyecciones de crecimiento.
El efecto AMLO sobre el desempeño económico del país comenzó a sentirse levemente después de la elección y de manera más fuerte a partir de la cancelación de la construcción del NAICM, sin que hasta el momento haya aminorado su fuerza, mucho menos en lo referente a las proyecciones del crecimiento, que mes tras mes van a la baja, y no solamente las de la encuesta del banco central.




En la encuesta de junio de 2017 el porcentaje que se le dio a la gobernanza como factor inhibidor del crecimiento económico fue 28. Un año después, junio de 2018, 48. Un año después, junio pasado, 42 por ciento. Si bien es cierto que entre junio de 2018 y junio de 2019 hubo una reducción en el porcentaje, la gobernanza, como factor inhibidor del crecimiento económico, sigue siendo la principal amenaza, consecuencia del efecto AMLO, gobernanza que tiene que ver con incertidumbre política, inseguridad pública, corrupción e impunidad, falta de Estado de Derecho, y que el diccionario define como “acción y efecto de gobernar”.
E-mail: arturodamm@prodigy.net.mx
Twitter: @ArturoDammArnal