Dentro de todo el material que los precandidatos a la presidencia han preparado con el afán de atraer votos a su causa, hay uno que me ha dejado con ciertas inquietudes debido a la calma con la que se aborda el tema, como si fuese verdaderamente cualquier cosa.
“La pensión de los adultos mayores será el doble”
Así, como quien no quiere la cosa, el candidato que pugna por esta propuesta nos regala la anterior promesa a modo de premisa, como si no fuera suficiente con todo el populismo rancio que se está viendo en la presente elección, por parte de la inmensa mayoría de involucrados.
Y es que el problema de una propuesta así no radica, siquiera, en las apreciaciones personales que puedan hacerse respecto a los jubilados o la manera en que se sostienen económicamente, sino en la viabilidad de la misma.
En el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el 2018, se estima que de los
5.23 billones totales, se usen 1.26 billones en pensiones, representando la clasificación del presupuesto a la que se le dedica más dinero, superando incluso las aportaciones a los estados de la república y la prestación de servicios públicos.
Es decir, la partida más llamativa del presupuesto, pretende ser duplicada de la nada, sí, de la nada, porque a mí las cuentas ya no me salen con las cifras que maneja el candidato, más aún si sumamos las dádivas que promete a diestra y siniestra en los distintos espacios donde aparece.
Hay que tener en cuenta algunas consideraciones además de los datos duros con los que acompaño este breve texto.
Si el presupuesto destinado a pensiones se duplica estaríamos hablando que más o menos la mitad del total presupuestado se iría a este rubro, lo cual significaría… ¿Recortes en otros ramos? ¿Un aumento proporcional en los ejercicios fiscales que “fondean” a las pensiones?
¿Solo algunas personas verían un aumento en su pensión? ¿Cuáles? ¿Las que cotizan en el IMSS? ¿En el ISSSTE? La propuesta, sea en la plataforma que sea, es demasiado ambigua.
Puede que algún amable lector tenga la necesidad de llamarme “exagerado” por tratar de “maximizar” unas cuantas palabras dichas en menos de 15 segundos, sin embargo, cuando hablamos del futuro de quienes ya han trabajado y el presente de quienes actualmente trabajan o están por hacerlo, creo que es necesario tomar el tema con la seriedad debida.
Más allá de la reforma hecha al sistema de jubilaciones, creo que el problema de las pensionas es una bola de nieve que va creciendo y creciendo ante la vista gorda de quienes lo han tenido en las manos. España ya ha lidiado con consecuencias de ignorar este importantísimo rubro en el pasado.
A su vez, de cara al debate presidencial, considero igualmente necesario poner al escrutinio público cada propuesta, cada palabra, cada promesa; hay datos, hay fuentes y hoy más que nunca hay canales de información que nos pueden echar una mano a la hora de calificar un programa como viable.
Definitivamente, este no lo es.
Y no, este tema es muuuuy diferente al de las Afores, digo, por si alguien gusta de buscar los 3 pies al gato.
