EL SALARIO

PESOS Y CONTRAPESOS
La Comisión Nacional de Salarios Mínimos otorgó un aumento del 20 por ciento al salario mínimo general, que pasará, a partir del 1 de enero, de 102.68 a 123.22 pesos diarios, y del 5 por ciento al salario mínimo en la frontera norte, que aumentará de 176.72 a 185.56 pesos por día, incrementos que resultan insuficientes para cumplir con lo que dice el artículo 123 constitucional: “Los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos”, algo que, con un salario diario entre 123.22 y 185.56 pesos, resulta imposible.
El primer problema es creer que a la persona se le debe remunerar según sus necesidades, lo cual sería maravilloso, ¡de un plumazo se acabaría con la pobreza!, pero imposible en la práctica y, bien vistas cosas, indeseable. ¿Quién estaría dispuesto a pagarle un salario a alguien que no supiera hacer nada pero, eso sí, con muchas necesidades que satisfacer?




Lo primero que determina el nivel del salario es la productividad del trabajador, por lo que una condición necesaria, pero no suficiente, para que aumente dicha remuneración es el incremento previo en la productividad.
Sin embrago, lo que al final de cuentas determina al salario, como sucede con cualquier otro precio, supuesta la mínima productividad requerida de parte del trabajador, es la relación oferta – demanda de trabajo en cada mercado laboral. Si la cantidad demanda de trabajo de parte de los empleadores es mayor (menor) que la cantidad ofrecida de parte de los trabajadores, el salario aumentará (disminuirá), siendo esta relación la que, al final de cuentas, determina los salarios.
¿Qué se requiere para que los salarios aumenten? Que la cantidad demanda de trabajo, de parte de los empleadores, sea mayor que la cantidad ofrecida, de parte de los trabajadores. ¿Qué se requiere para que la cantidad demanda sea mayor que la ofrecida? Que las inversiones directas aumenten lo más posible. ¿Qué se necesita para que esto suceda? Que a los empresarios se les garantice seguridad para que se genere confianza, precisamente lo que este gobierno no ha sido capaz de hacer. Al contrario.




Por lo pronto, lo que se dice en el artículo 123 constitucional es propio de la economía ficción que, llevada más allá de cierto límite, ocasiona problemas, pudiendo descarrilar a la economía. ¿Hasta cuándo aguantarán las empresas estos aumentos en los salarios mínimos? Hasta el momento en el cual los mismos superen el límite superior de la banda de fluctuación de los salarios, es decir, el máximo salario que los empresarios están dispuestos a pagar, límite que difiere de empresa a empresa. En ese momento comenzará a aumentar (más) el desempleo.
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