EMPLEO, MEJORANDO

PESOS Y CONTRAPESOS
Durante el primer trimestre de 2015, hace dos años, la tasa de desocupación nacional (TDN) fue 4.9 por ciento de la población económicamente activa (PEA), integrada por todos los mexicanos, hombres y mujeres, mayores de 15 años, que buscan trabajo: si lo encuentran se vuelven población ocupada (PO), si no lo encuentran y siguen buscando son población desocupada (PD). A lo largo del primer trimestre del 2016, hace un año, la TDN fue 4.2 por ciento de la PEA. Entre enero y marzo de este año fue 3.5. Sumamos dos años consecutivos con la TDN a la baja.
Durante el primer trimestre la tasa de ocupación parcial y desocupación (población desocupada más ocupada que trabajó menos de 15 horas a la semana) fue 8.9 por ciento de la PO (10.2 en 2016). La tasa de presión general (desocupados más ocupados que buscan empleo) fue 6.7 (7.9 en 2016). La tasa de subocupación (población ocupada con necesidad y disponibilidad de trabajar más tiempo de lo que su trabajo actual le permite) fue 7.1 (7.9 en 2016).
La tasa de condiciones críticas de ocupación (personas que trabajan menos de 35 horas a la semana por razones ajenas a su voluntad, más quienes trabajan más de 35 horas semanales con ingresos inferiores al salario mínimo, más quienes trabajan más de 48 horas semanales ganando hasta dos salarios mínimos) fue 14.4 (14.0 en 2016). Por último, la tasa de ocupación en el sector informal (población que trabaja para una unidad económica que opera a partir de los recursos del hogar, sin constituirse como empresa) fue 27.3 (27.1 en 2016).
En cuatro de las seis variables consideradas mejoremos y solamente en dos empeoramos, debiendo mejorar en todas ellas, sin olvidar la otra cara de la moneda: la de la remuneración al trabajo, que en México, en términos generales, es baja, recordando que se considera PO a quien haya trabajado, durante la semana que se levantó la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, ¡por lo menos una hora semanal!
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