PESOS Y CONTRAPESOS
Los gobernantes nos dicen que harán esto o aquello a favor de la economía nacional, lo cual no deja de ser una inexactitud, por una razón muy sencilla: la economía nacional no existe, lo que existe son las actividades de los agentes económicos, que en esencia juegan dos papeles distintos: como productores, oferentes y vendedores, en cierto momento, como demandantes, compradores y consumidores, en otro. En la “economía nacional” siempre hay dos bandos, y si el gobierno beneficia a uno, defendiendo sus intereses, necesariamente perjudica al otro, violando sus derechos. Pongo un ejemplo.
El interés de los productores nacionales es vender al mayor precio posible, para lo cual les conviene que el gobierno prohíba las importaciones, lo cual, ceteris paribus, reduce la oferta en el mercado nacional haciendo posible el alza de precios. Más allá del efecto antieconómico que genera el alza de precios (disminuye el bienestar de los consumidores), que el gobierno prohíba las importaciones viola el derecho a la libertad de los consumidores nacionales para comprar lo que les dé la gana (producto nacional o importado), a quien les dé la gana (oferente nacional o extranjero), en donde les dé la gana (en el país o en el extranjero), todo lo cual es una injusticia (violación de derechos), cometida por quien debería garantizar la justicia: el gobierno.
¿Qué es lo que el gobierno puede hacer? Fundamentalmente tres cosas: garantizar derechos, defender intereses, satisfacer necesidades. ¿Qué es lo que el gobierno debe hacer? Solamente una: garantizar derechos, que realmente lo sean, y escribo esto último porque hoy es frecuente que se identifiquen arbitrariamente necesidades e interés con derechos, lo cual ha permito la expansión de la acción del gobierno, quien no solo garantiza derechos, sino que, además, defiende intereses y satisface necesidades, lo cual lo hace violando derechos. Recordemos el ejemplo de la prohibición de importaciones, que defiende el interés de los productores nacionales de vender el mayor precio posible, violando el derecho a la libertad para comprar de los consumidores nacionales.
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