IFB, DE MAL EN PEOR

PESOS Y CONTRAPESOS

El tema ha sido, y seguirá siendo, recurrente: la desaceleración de la economía mexicana, es decir, el menor crecimiento de la misma, que se mide por el comportamiento de la producción de bienes y servicios para el consumo final, el Producto Interno Bruto, PIB, que depende de la inversión directa, ID, uno de cuyos principales componentes es la inversión fija bruta, IFB, que se realiza en instalaciones, maquinaria y equipo, y que proporciona la infraestructura física para poder llevar a cabo la producción, por lo que el comportamiento de la IFB es un buen indicador del comportamiento de la ID, que es la causa del crecimiento de la economía: a más ID mayor crecimiento del PIB, y viceversa.
El INEGI acaba de publicar las cifras de la IFB para mayo y, de manera general, estos son los resultados.
En términos anuales (comparando cada mes con el mismo mes del año anterior), en mayo de 2018 la IFB creció 0.3 por ciento. Un año después, en mayo de 2019, decreció 6.9. En términos mensuales (comparando cada mes con el mes anterior), en mayo del año pasado la IFB creció 1.4 por ciento. Un año después, en mayo pasado, decreció 2.7.
En términos anuales en abril la IFB decreció 3.0 por ciento. Un mes después, en mayo, decreció 6.9 por ciento. En términos mensuales en abril la IFB creció 1.2 por ciento. Un mes después, en mayo, decreció 2.7.
En términos anuales, entre enero y mayo de 2018, la IFB creció, en promedio al mes, 2.10 por ciento. ¿Cuál fue el resultado para los primeros cinco meses de 2019? Menos 3.52 por ciento. En términos mensuales, a lo largo de los primeros cinco meses de 2018, el crecimiento promedio mensual de la IFB fue 0.00 por ciento. ¿Cuál fue el crecimiento entre enero y mayo de 2019? Menos 0.04 por ciento.
¿Cuál es la causa de la deceleración de la economía? La caída en la IFB, parte esencial de la ID. ¿Cuál es la causa de la caída en la IFB? La desconfianza que, entre los empresarios, ha generado el gobierno de AMLO, misma que se ha traducido en la contracción de la IFB, que se inició en agosto del año pasado, después del triunfo de AMLO (en ese mes la IFB cayó 2.8 por ciento en términos mensuales y 1.5 en anuales), y se agravó en noviembre, después de la cancelación de la construcción del NAICM en Texcoco (en ese mes la IFB se contrajo 2.6 por ciento en términos mensuales y 2.0 en anuales).
¿Qué se necesita para revertir esta tendencia? Un golpe de timón que genere, con la misma fuerza, el efecto contrario que ocasionó la cancelación del NAICM. ¿Cuál puede ser ese golpe de timón? Solo uno: que se reconozca el error y se retome la construcción de NAICM, algo que, de manera por demás inexplicable, no va a suceder.
La afirmación resultó cierta: AMLO es un peligro para México, comenzando por la economía.
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