Incertidumbre: así fue el 2016 y así será el 2017.

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Kohoutek Velasco

Cuando repasamos desde un punto de vista económico y financiero los grandes acontecimientos del año, podemos notar que todos, absolutamente todos, sin importar el carácter o su naturaleza, guardan una similitud: Todos generaron una respuesta en el mercado, en las bolsas, en las divisas, incluso en los precios.
¿Cuál es la relación existente, entonces, entre fenómenos geopolíticos y las economías nacionales? Bueno, es la incertidumbre: El desconocimiento de resultados concretos.
Así es, mientras menos seguro es un resultado, menos “garantías” puede brindar a sus participantes económicos, es decir, quienes de una u otra forma se ven económicamente involucrados al tener, de manera directa o no, algún vínculo con ese hecho determinado, sea por ejemplo en el uso de divisas.
La incertidumbre, en términos económicos/financieros, puede definirse como la falta de certeza ante la reacción de ciertos actores y actos económicos, políticos, geográficos y de muchísimas naturalezas más.
Y no es, entonces, que “especular” sea un acto necesariamente “malo” o negativo dentro de las interacciones económicas, es más bien la manera en que ahorradores, inversionistas, compradores y vendedores se preparan ante cierto escenario o panorama, por eso es tan importante que la información brindada por los mercados no se distorsione.
Ejemplo hay muchos, el más reciente seria el visto con Donald Trump, Presidente electo que durante la fecha decisiva hizo temblar a las bolsas de todo el mundo, bueno, no él necesariamente, sino la “sorpresa” de su victoria. Muy posiblemente si las encuestas, sondeos y medios de comunicación hubiesen “acompañado” – O siquiera considerado seriamente – el resultado, hubiésemos visto fenómenos en las bolsas no tan “llamativos” precisamente porque la información brindada, al ser precisa, da un margen mucho más amplio de respuesta así como de preparación, o sea, los involucrados saben que esperar y que decisiones tomar en base a ello.
Puede aplicarse el mismo análisis a casi cualquier fenómeno social ocurrido a lo largo de este año; es algo natural, pues, el tomar decisiones equivocadas y sobre todo, el buscar prevenirlas.

¿Ante ese escenario que respuesta se puede tener? ¿Estamos todos expuestos, hablando en términos de economía nacional, ante la especulación y sus resultados?… ¡Para nada! Podemos ser responsables, esa es la alternativa a considerar.
No podemos influir – Ni debemos, por si a algún desquiciado se le ocurre. – en las motivaciones o decisiones que toman agentes externos, provengan de donde provengan, sí, eso es muy cierto, pero eso no significa que estemos a expensas de sus sentires, al contrario; mediante la responsabilidad en nuestras finanzas podemos brindar una opción sólida, capaz de mantenerse firme cuando los tiempos especulativos no parecen favorecer, esto hablando de divisas, principalmente del peso, tan maltratado en este año y cuyas pintas distan mucho de mejorar en periodos siguientes.
Así, en este año que acaba hemos atestiguado algunas consecuencias de manipular nuestro libre intercambio de necesidad  – O mercado, si quieres ser más práctico – y sus consecuencias en ámbitos casi ajenos, pero no tanto.
Lo preocupante, llegados a este punto, es que el rumbo no parece corregirse aun cuando el timón pase de izquierda a derecha constantemente. Hasta la fecha, casi nadie quiere que fijemos, individualmente, el rumbo de nuestras vidas.

Felices fiestas a todos y gracias por leerme a lo largo de este año.
“Kohoutek Velasco, miembro fundador de México Libertario. Ni de izquierda ni de derecha; Simplemente lógico. Activista y escritor liberal.”
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