El Sistema de Indicadores Cíclicos (SIC), del INEGI, se compone de dos indicadores, el Coincidente (IC) y el Adelantado (IA). El primero “refleja el estado general de la economía” para el mes de referencia, el segundo “busca señalar anticipadamente (para el mes siguiente) los puntos de giro (picos y valles) del IC”.
Cada uno de los indicadores se construye en torno a su línea de tendencia de largo plazo (LTLP), y puede tener uno de estos cuatro comportamientos: 1) por arriba de la tendencia (bueno) y creciendo (bueno); 2) por arriba de la tendencia (bueno) y decreciendo (malo); 3) por debajo de la tendencia (malo) y decreciendo (malo); 4) por debajo de la tendencia (malo) y creciendo (bueno). La mejor opción es la primera: por arriba y creciendo, la peor la tercera: por debajo y decreciendo. Ya tenemos la información más reciente, proporcionada por el INEGI. ¿Cómo nos fue?
Comienzo por el IC cuyo comportamiento de enero a mayo fue el siguiente: enero por arriba de la LTLP con crecimiento de 0.02 puntos; febrero por arriba de la LTLP sin movimiento alguno; marzo y abril por arriba de la LTLP con decrecimiento de 0.02, y 0.03 respectivamente; mayo sobre la LTLP con decrecimiento de 0.3 puntos.
Continúo con el IA que de enero a junio se ubicó por arriba de la LTLP con los siguientes crecimientos: enero 0.00; febrero 0.09; marzo 0.15; abril 0.19; mayo 0.20; junio 0.21 puntos.
El IA, que “busca señalar anticipadamente los puntos de giro (picos y valles) del IC” tuvo, de febrero a junio, el comportamiento ideal: por arriba de la LTLP y creciendo cada vez más. Según esto el IC, ubicándose por debajo o por arriba de la LTLP, debería de haber crecido, y no fue así: suma ya tres meses consecutivos decreciendo, por arriba de la LTLP en marzo y barril, sobre ella en mayo. Así las cosas, ¿el IA sirve para lo que se supone debe servir: señalar anticipadamente los puntos de giro del IC?
E-mail: arturodamm@prodigy.net.mx
Twitter: @ArturoDammArnal
