INFLACIÓN, ¿POR QUÉ?

PESOS Y CONTRAPESOS

La inflación en México es constante. A las pruebas me remito, presentando la inflación promedio anual para cada uno de los 14 sexenios transcurridos: Cárdenas (1934 – 40), 5.3%; Ávila Camacho (1940 – 46) 15.0%; Alemán (1946 – 52) 6.7%; Ruiz Cortines (1952 – 58) 6.4%; López Mateos (1958 – 64) 2.2%; Díaz Ordaz (1964 – 70) 2.8%; Echeverría (1970 – 76) 14.9%; López Portillo (1976 – 82) 33.2%; De la Madrid (1982- 88) 83.4%; Salinas de Gortari (1988 – 94) 15.6%; Zedillo (1994 – 00) 21.8%: Fox (2000 – 06) 4.4%; Calderón (2006 – 12) 4.3%; Peña Nieto (2012 – 2018) 4.2%. A veces mayor, a veces menor, la inflación ha estado presente. Todo indica que seguirá estándolo.
Según la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado, del Banco de México, correspondiente a marzo, la inflación promedio anual para el período 2020 – 2023 será 3.6%, y para el período 2024 – 2029 3.5%. Para 2019 la expectativa es del 3.7%. Nuestro dinero seguirá perdiendo poder adquisitivo. ¿Por qué?




Porque, para empezar, el Banco de México fija una meta de inflación, a la cual llama “permanente”, del 3%, más menos un punto porcentual de margen de error, por lo que la máxima inflación aceptable es 4% y la mínima 2%. Con esa meta, que a veces se alcanza y a veces no, entre enero de 2001 y marzo de 2019 se acumuló en México una inflación del 114.2%. De los 18 años transcurridos del siglo XXI, en nueve se alcanzó la meta, en los otros nueve no, y la inflación promedio anual fue 4.3%. Mínima 2.1% en 2015. Máxima 6.8% en 2017.
Afortunadamente, de los males el menor, la inflación está bajando. Ya tenemos los datos para marzo. Comparemos. En marzo de 2017 la inflación anual fue 5.4%. En marzo de 2018 5.0%. En marzo pasado 4.0%, en el límite superior de la meta. De los males el menor, pero mal al final de cuentas.
Con relación al poder adquisitivo de nuestro dinero hay tres posibilidades. Que se preserve: que, con la misma cantidad, al paso del tiempo, se compre la misma cantidad de los mismos satisfactores. Que se pierda: que, con la misma cantidad, al paso del tiempo, se compre una menor cantidad de los mismos satisfactores (inflación). Que aumente: que, con la misma cantidad, al paso del tiempo, se compre una mayor cantidad de los mismos satisfactores (deflación).




De las tres posibilidades, ¿cuál es la peor? La segunda, la inflación, precisamente la que ha elegido el Banco de México. ¿Por qué? Si uno revisa los documentos del banco central no encuentra la respuesta, misma que las autoridades monetarias nos deben a quienes, por ley, debemos usar, para intercambiar, ahorrar o invertir, el dinero producido por el banco central, único de curso legal, sometido deliberadamente a la pérdida de su poder adquisitivo. ¿Por qué?
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