INVERSIÓN DIRECTA, EL RETO

PESOS Y CONTRAPESOS

La inversión directa (ID) produce bienes y servicios, crea empleos y genera ingresos, razón por la cual es una de las variables más importantes en el mundo de la economía.
Parte importante de la ID es la inversión fija bruta (IFB) que se realiza en instalaciones, maquinaria y equipo, proporcionando la infraestructura física para llevar a cabo la producción, por lo que es un buen indicador de la ID. ¿Cómo vamos en tan importante materia?
Según datos del INEGI, en términos anuales (comparando cada mes con el mismo mes del año anterior) y desestacionalizados (eliminando los factores estacionales y de calendario, lo cual permite una mejor comparación), durante los primeros seis meses del año la IFB tuvo el siguiente comportamiento: enero, 2.2; febrero, 4.8; marzo, 1.7; abril, 5.4; mayo, 0.5; junio, 1.5 por ciento. El crecimiento promedio mensual de la IFB en el primer semestre fue 2.7 por ciento (2.9 durante el primer trimestre, 2.5 a lo largo del segundo). ¿Bien o mal? Comparemos. El crecimiento promedio mensual de la IFB en el primer semestre de 2016 y 2017 fue, respectivamente, 2.4 y menos 1.4 por ciento. El resultado de este año fue el mejor de los últimos tres. Bien.




En términos mensuales (comparando cada mes con el mes anterior) y desestacionalizados, el crecimiento de la IFB en el primer semestre del año fue: enero, 0.9; febrero, 0.3; marzo, menos 0.4; abril, menos 1.1; mayo, 1.1; junio, menos 0.2 por ciento. El crecimiento promedio mensual de la IFB entre enero y junio pasados fue 0.1 por ciento (0.3 a lo largo del primer trimestre, 0.0 durante el segundo). ¿Bueno o malo? Comparemos. El crecimiento promedio mensual de la IFB en el primer semestre de 2016 y 2017 fue, respectivamente, 0.3 y 0.0 por ciento. Nuevamente, el resultado del 2018 fue el mejor de los últimos tres años. Bien.




Dado todo lo que depende la ID: la producción de bienes y servicios, la creación de empleos, la generación de ingreso; dado que el bienestar de las familias depende de la generación de ingreso, de la creación de empleo, y de la producción de satisfactores, y dado que la ID depende en buena medida de la IFB, los resultados del primer semestre del año, tanto en términos anuales como mensuales, son una buena noticia. El reto, cara al futuro, no es solamente mantener esos resultados, que si bien fueron mejores resultaron mediocres, sino mejorarlos, es decir, lograr un mayor crecimiento de la IFB y por lo tanto de ID. Dado todo lo que depende de dicha inversión este, lograr un mayor crecimiento de la misma, es el principal reto económico que enfrentamos en México, y la pregunta es si el próximo gobierno será capaz de hacer de la mexicana una economía más segura y confiable, más atractiva, para que los empresarios, tanto mexicanos como extranjeros, decidan invertir directamente más de lo que ya han invertido.
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