INVERSIÓN, FOCOS ROJOS

PESOS Y CONTRAPESOS

En octubre, antes de que AMLO decidiera cancelar la construcción del NAICM en Texcoco, la Inversión Fija Bruta (IFB) creció, en términos anuales 1.9 por ciento. En noviembre decreció 2.2 por ciento y en diciembre se contrajo 6.3 por ciento. En enero, por lo que considero fue solamente un efecto rebote, pero no un cambio de tendencia, la IFB creció 1.0 por ciento. En febrero decreció 2.0 por ciento lo cual confirma mi apreciación de que lo sucedido en enero fue un efecto rebote y no un cambio de tendencia.
Durante el primer bimestre de 2018 el crecimiento promedio mensual de la IFB fue 2.95 por ciento. A lo largo del primer bimestre de 2019 fue menos 0.50 por ciento, lo cual enciende un foco rojo en el camino de la economía mexicana, que desafortunadamente no es el único.




Hace unos días nos enteramos que, según el Índice de Confianza de la Inversión Extranjera Directa, que calcula y publica la empresa de consultoría A. T. Kearny, México cayó ocho posiciones, al pasar de la 17 a la 25, ubicándose en el último lugar del índice, con una calificación, en escala de 0.00 (poca confianza) a 2.50 (mucha confianza) de 1.49, equivalente a 5.96 en escala de 0 a 10, todo lo cual, además de ser una vergüenza, debe ser motivo de preocupación.
Hasta qué punto estos malos resultados, relacionados con la inversión directa (ID), son la consecuencia inevitable del enorme error que fue la cancelación de la construcción de NAICM en Texcoco, que en el mejor de los casos podrá no descarrilar a la economía mexicana, pero sí, tal y como ya está sucediendo, frenarla considerablemente, con todo lo que ello supone en términos de producción de bienes y servicios, de creación de empleos, de generación de ingresos, todo lo cual depende de la ID, ya sea nacional o extranjera?




La ID es la que produce bienes y servicios, crea empleos y les permite, a quienes obtienen esos puestos de trabajo, generar ingresos. Un componente importante de la misma es la IFB, que se realiza en instalaciones, maquinaria y equipo, por lo que proporciona la infraestructura necesaria para poder llevar a cabo los procesos de producción, IFB que en el primer bimestre de 2018 creció, en promedio mensual, 2.95 por ciento, para decrecer, un año después, 0.50 por ciento.
Por si lo anterior no fuera preocupante, hay que tener presente que la ID en construcción no residencial, y por lo tanto en infraestructura, fábricas, bodegas, centros comerciales, oficinas, y todo lo relacionado directamente con la producción el empleo y el ingreso, suma ya cinco meses seguidos decreciendo: octubre 2.5 por ciento; noviembre 3.3; diciembre 7.7; enero 0.8 ; febrero 1.1 por ciento, lo cual enciende un doble foco rojo en la economía mexicana. El gobierno, ¿lo ve?
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