La izquierda rebasando a la derecha por la derecha; más violencia y autoritarismo

En definitiva el próximo gobierno de Andrés Manuel López Obrador, se perfila a ser uno de los peores que hace bastante tiempo no se tenía y miren que los dos últimos, el de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, fueron bastante malos. Sí, efectivamente aún no toma posesión Obrador pero habiendo ganado el Congreso con “sus” Diputados y Senadores (enfatizo este pronombre pues efectivamente entre los mismos legisladores se adjudican la posesión al próximo presidente), no necesita más para que el 1 de diciembre empiece lo que serán 6 largos y tortuosos años para México.
Con una mayoría aplastante en Cámara Alta y Baja, o sea, con “carro completo” así como se decía en la época en la que el PRI concentraba el poder en la Presidencia y que le permitió gobernar durante décadas, sin rendición de cuentas y sin equilibrio de fuerzas; todos los legisladores de Morena, que trabajan no para el “pueblo” sino para Andrés Manuel, le estarán dejando en próximos días, en bandeja de plata, varias reformas necesarias para iniciar el régimen opresor sobre los ciudadanos mexicanos.
¿A qué me refiero con el párrafo anterior? En Cámara de Diputados y con ausencia de los grupos parlamentarios del PAN, PRD y MC, en días anteriores se aprobaron reformas a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal (LOAPF), que es la más clara señal de autoritarismo puro, la cual tiene tres puntos gravemente preocupantes:

  1. Concentrará el poder en AMLO a través de los superdelegados para que tengan atribuciones en materia de seguridad, economía y desarrollo social, eliminando los controles de confianza en las instituciones y atentando contra la soberanía de los estados y municipios
  2. Por si fuera poco instaurará un sistema de inteligencia policial, persecutor por parte del gobierno, construyendo un Estado policíaco donde la seguridad nacional quedará subordinada a la seguridad pública, lo que pondrá en riesgo también a la gobernabilidad
  3. Centralizará facultades en el gobierno federal, Secretaria de Gobernación, sobre la radio y la televisión pública, una clara violación a la libertad de expresión pues en ningún país democrático, la SEGOB, se encarga de controlar un servicio público como la radiodifusión; ni el famoso “PRIAN” se atrevió a reformar tal atentado en la Reforma TELECOM (me remonta al “ministerio de la verdad” de la novela “1984”, de George Orwell).

Lo peor es que en el Senado se está también haciendo lo propio, pues se aprobó la nueva Ley Orgánica de la Fiscalía General de la República, que sustituye a la Procuraduría General de la República, abriendo un gran debate en la oposición pues aquello que tanto criticaban los Obradoristas del sexenio que está terminando, ahora incongruentemente AMLO lo tendrá, su propio “fiscal carnal”, entre ambos no habrá distancia “laboral” ni de atribuciones respecto al ejecutivo, adiós a la verdadera fiscalía autónoma, por la que tanto se luchó.
No nos sorprenda con el paso del tiempo, el gobierno Obradorista siga con medidas fuera del Estado de Derecho y vaya también por el control de precios, el INE, Banco de México y de una bocanada se destruyan todos los organismos autónomos. Qué mejor ejemplo, para lo que será el próximo gobierno, que el no respetar la ley, por tanto las consultas ciudadanas, además de ser amañadas y corruptas, son también antidemocráticas e inconstitucionales.
Todas esas promesas de campaña como el tren Maya, bajar sueldo a servidores públicos, creación de refinerías, bosques frutales, Internet gratis en todo México, etc., diría Salinas de Gortari es “política ficción”, no son más que las verdaderas “cortinas de humo”, haciendo que los mexicanos viren la atención de temas tan importantes y peligrosos como los antes citados.
Por cierto, la declaración inconstitucional de la Ley de Seguridad Interior se gestó mientras por otro lado ya se estaba anunciando el “Plan de Paz y Seguridad” del gobierno en puerta, que implementa acciones peores a las que se pretendían poner en marcha en la LSI, pues queriendo militarizar al país con la Guardia Militar, tanto entrega la seguridad nacional al ejército, como hace que AMLO traicione su discurso de “no se puede enfrentar la violencia con la violencia”, validando la guerra de los últimos 12 años.
Lo peor es que aunado con la próxima Constitución moral, aún hay ilusos que piensan que las elecciones fueron ganadas por la izquierda.