LA OTRA CARA, INGRESOS

En el anterior Pesos y Contrapesos (https://www.razon.com.mx/opinion/columnas/arturo-damm-arnal/2023-562537), analic el empleo en 2023. Estos son los principales resultados. En 2022 la tasa de desempleo fue 3.52% de la población económicamente activa. En 2023 fue menor, 2.79%. En 2022 la población subocupada fue 8.30% de la población ocupada. En 2023 fue menor, 7.82%. En 2022 la población ocupada parcialmente y desocupada fue 9.03% de la población económicamente activa. En 2023 fue menor, 8.96%. En 2022 la población en condiciones críticas de ocupación fue 30.82% de la población ocupada. En 2023 fue menor, 30.48%. En 2022 la población en condiciones de informalidad laboral fue 55.35% de la población ocupada. En 2023 fue menor, 54.97%.

A la hora de analizar el bienestar el empleo es una de las caras de la moneda. La otra es el ingreso, el producto del trabajo. Lo ideal es tener empleo (algo que en 2023 logró el 97.21% de la población económicamente activa), en el sector formal de la economía (algo que en 2023 consiguió el 45.03% de la población ocupada), y generar ingresos que alcancen para satisfacer las necesidades básicas, comenzando por la alimentación (algo que, al tercer trimestre de 2023, alcanzó el 62.7% de la población ocupada).

Si consideramos, de acuerdo a la información del INEGI en el más reciente indicador de ocupación y empleo, el nivel de ingreso de los asalariados (el 69.99% de la población ocupada), en diciembre, tenemos lo siguiente. En 2022 el 35.8% ganaba hasta un salario mínimo, en 2023 fue más, el 37.4%. En 2022 el 32.7% ganaba más de un salario mínimo y hasta dos, en 2023 fue menos, el 32.1%. En 2022 el 8.8% ganaba más de dos salarios mínimos y hasta tres, en 2023 fue menos, el 7.5%. En 2022 el 3.3% ganaba más de tres salarios mínimos y hasta cinco, en 2023 fue más, el 3.7%. En 2022 el 1.0% ganaba más de cinco salarios mínimos, en 2023 fue más, el 1.3%. En 2022 el 5.8% no recibió ingresos, en 2023 fue menos, el 4.6%. Por último, en 2022 el 12.6% resultó no especificado, en 2023 fue más, el 13.5%.

En diciembre el 77.0% de la población ocupada generó ingresos hasta por tres salarios mínimos: $937.23 diarios en la Zona Libre de la Frontera Norte y $622.32 en el resto del país. En el 2022 fue el 77.3%.

Ese ingreso, que genera más de las tres cuartas partes de los asalariados, resulta insuficiente para lograr lo que, de acuerdo al artículo 123 constitucional, debe lograrse: la satisfacción de las necesidades normales (¿quién determina cuáles son las necesidades normales, que no son lo mismo que las básicas?), de un jefe de familia (lo cual supone, ¿o no?, un solo generador de ingresos por familia), en el orden material, social y cultural, y para pagar la educación obligatoria de los hijos (que, según el artículo tercero constitucional, será gratuita, al menos que los hijos vayan a escuela privada, algo que, con el nivel del salario mínimo, y dadas las colegiaturas que se cobran, resulta imposible para la mayoría).

De los tres retos en materia de empleo: que lo haya para todo el que lo busca, que lo haya en sector formal de la economía, y que lo haya bien pagado, hemos superado, con desempleo del 2.79% (véase el concepto de desempleo friccional), el primero, restando superar los otros dos. ¿Cuál es el más apremiante? El del ingreso.

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