La urna y tú. 

En unos cuantos días, como hace 6 años, tenemos la oportunidad de tomar una decisión importante, una para la cual probablemente tengas dudas o pocas certezas, y si ese es el caso, entonces te invito a hacer un pequeño ejercicio de reflexión. 

Así, la mañana del 2 de junio, cuando salgas a votar, no olvides quien menospreció la pandemia y trató de engañarte con un “detente”, ni tampoco a quienes orquestaron una desgracia desde el capricho y la necedad, costando vidas humanas que bien pudieron salvarse. A fin de cuentas, hablamos de un gobierno tan vil que incluso hizo de niños enfermos sus más grandes enemigos.  

Si vas en auto propio recuerda las filas eternas en cada gasolinería y lo difícil que era conseguir un solo litro por culpa de una supuesta guerra inventada que encima se perdió, que terminó con un poblado vuelto cenizas. 

Si vas en Taxi o Uber, ten en cuenta que quien conduce posiblemente perdió todo su patrimonio, pues “ya sabes quien” prefirió tirar el dinero en logos piteros y proyectos improvisados, onerosos, cuyo sustento ha sido, de principio a fin, el ego de un solo hombre en un palacio. 

Si vas en Metro, bueno, deseo de todo corazón que tu línea no pase por las trabes hechas con “90% de honestidad y 10% de capacidad” 

Si vas a pie, no olvides mirar las casas a tu alrededor como recordatorio de todas esas familias incompletas, sea por el famoso virus o la inseguridad creciente, cada vez más evidente gracias a una estrategia que dio abrazos a los criminales mientras los criminales nos daban de balazos. 

Y finalmente, cuando llegues a la casilla y te muestren el padrón electoral, recuerda que a esa lista le faltan más de 500mil personas, cuya vida fue tratada con mezquindad desde un palanquín repleto de aplaudidores. 

Entonces, al final, solo estarás tú y tu boleta, otra vez. Listo para ejercer tu voto. 

Yo sé que el voto duro de morena no va a cambiar, pero también creo que hay gente buena que se dejó engañar por una promesa de cambio, por un hartazgo bien justificado. 

Ese día, sin ninguna duda, se cometió un error, pero está bien, todos nos hemos equivocado. Lo importante es saber rectificar. 

Votar por Morena las elecciones pasadas fue un incidente. 

Votar por Morena estas elecciones es darle continuidad a una tragedia, a una desgracia.  

Todavía no es tan tarde. Las cosas pueden ser peores, si lo volvemos a permitir.