LAS OPORTUNIDADES DE MARGARITA

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Ricardo Homs

Ya se empiezan a manifestar los posibles escenarios electorales del 2018. Entre los prospectos se menciona a Margarita Zavala, esposa de Felipe Calderón.
Los atributos negativos de Margarita son mínimos o quizá inexistentes. Parece ser que su único lastre es su vinculación con su marido. Esto lo confirma las declaraciones del secretario de gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, en respuesta a las críticas de ella hacia el actual gobierno en el ámbito de la ética, corrupción y autoridad moral.
Defendiendo al actual gobierno, del cual es miembro destacado, el secretario de gobernación le reprochó su vinculación con el gobierno anterior, siendo que su única participación fue de tipo marital, como esposa del presidente Calderón, pues ella nunca ocupó cargo alguno, excepto el título honorario que es la presidencia del DIF.
Felipe sin embargo se esfuerza en convertirse en su principal promotor, lo cual induce la sospecha de que en realidad sigue buscando los reflectores sobre su propia persona.
Felipe no es Bill Clinton. Si cree que puede repetir el fenómeno que hoy se está generando en la campaña electoral de Estados Unidos, está equivocado. Clinton gobernó en los 90´s y en dieciséis años a partir de la conclusión de su mandato, construyó un liderazgo sólido, anclado en su carisma y el reconocimiento a su gestión. Por eso ella utiliza el nombre de su esposo, Hillary Clinton, cuando su nombre de soltera es Hillary Rodman.
Aún y con esta vinculación decidida por ella y el reconocimiento público, Bill Clinton ha mantenido una sana distancia con la carrera política de su esposa. Por ello su emotivo discurso en la Convención Demócrata del 26 de julio pasado tuvo tanto impacto.
En contraste Calderón tiene una trayectoria muy reciente y sus enemigos aún están muy activos. No es sano para Margarita que él se enganche a ella para pretender convertirla en la continuidad de su mandato o proyecto de gobierno.
No toda la gente que votaría por ella siente simpatía por él… ¿acaso él no entiende ésto?
Así como ella se hizo invisible mientras él gobernó, Felipe debería desaparecer de la escena pública para no contaminar la carrera de su esposa. ¿O es que su obsesión por el poder no le permite entender que éste es el tiempo de ella y el suyo concluyó?.
¿Quiere repetir el rol de la pareja presidencial a la inversa?… Sin embargo, Margarita ni de lejos se asemeja a Martha Sahagún. Margarita trae su propia trayectoria política y sus méritos para competir. Fue diputada federal, por mencionar este hecho.
Ella trae su propia trayectoria y no tiene por qué asumir responsabilidades por las acciones políticas de su marido. Por eso ella debe deslindarse de él. Cuando él gobernó, ella  se mantuvo en la sombra.
La mejor muestra de amor que Felipe puede dar a su esposa es desaparecer de la escena pública tal y como ella hizo mientras él  gobernó.
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