¿LIBRE COMERCIO?

PESOS Y CONTRAPESOS
¿Estamos en la era del libre comercio? El gobierno mexicano ha negociado 12 tratados de libre comercio, ¡de libre comercio!, con 46 países. ¿Podemos dudar que estamos en la era del libre comercio?
Puede pensarse que, pese a las embestidas proteccionistas de Trump, que amenazan con desatar una guerra comercial internacional, estamos en la era del libre comercio, y que el mismo prevalecerá. Mal que bien el TLC norteamericano, que es un tratado de libre comercio, se está renegociando, renegociación que, así lo creen muchos, llegará a buen puerto, preservándose, precisamente, el libre comercio.
¿Realmente estamos en la era del libre comercio, siendo el mismo la faceta más sobresaliente de la globalización, definida como el proceso por el cual los gobiernos disminuyen o eliminan las barreras que, arbitrariamente, levantaron a las relaciones entre personas de distinta nacionalidad, comenzando por las relaciones comerciales? La respuesta depende de la definición de libre comercio.




El libre comercio consiste en el marco legal que, reconociendo plenamente, definiendo puntualmente, y garantizando jurídicamente la libertad de los agentes económicos, permite que sean los consumidores, comprando o dejando de comprar, quienes determinen la composición (el qué) y el monto (el cuánto) de las importaciones, sin ninguna manipulación del gobierno, de tal manera que se importa lo que los consumidores están dispuestos a comprar y en las cantidades que están depuestos a comprar. Así definido el libre comercio, ¿podemos decir que, efectivamente, estamos en la era del libre comercio? Al respecto dos comentarios.
Primero. El libre comercio demanda que el gobierno no manipule el mercado, no que no intervenga en el mercado. Que el gobierno manipule el mercado quiere decir que, a priori, impone condiciones al intercambio comercial (perjudicando a ambas partes, comprador y vendedor) y/o modifica, a posteriori, los resultados del intercambio (beneficiando a una de las partes y perjudicando a la otra). Que el gobierno intervenga en el mercado quiere decir que se limita a garantizar el cumplimiento del contrato establecido entre el comprador (que puede ser un importador) y el vendedor (que puede ser un exportador), garantía indispensable para que los mercados funcionen bien.
Segundo. No confundamos libre comercio con comercio menos manipulado. Hoy lo que tenemos son relaciones comerciales, entre personas de distinta nacionalidad, menos manipuladas por los gobiernos, pero de ninguna manera libre comercio. Muestra de ello es la renegociación del TLC, por la cual los gobiernos involucrados están decidiendo de qué manera, bajo qué condiciones, con que limitaciones, podremos relacionarnos comercialmente mexicanos, estadounidenses y canadienses.
¿Libre comercio? De ninguna manera, sin olvidar las agresiones proteccionistas iniciadas por Trump.
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