“Lo anuncié en mi dibujo”

Oscar-Hernandez
Óscar Hernández

Por lo menos hay 10 retratos de Yadira en la sala; en todos se le ve sonriente, pero hay algo en ella que manifiesta incomodidad.
Las fotos están sobre un anaquel en la sala. Hay una mesa junto a un sillón donde la familia Villamil se reúne durante la comida. A un costado se abre un pasillo que conduce a las habitaciones, y uno más que lleva al baño, donde Yadira, a sus 19 años, se suicidó.
“Ella empezó a sufrir mucho, su papá la consentía bastante, cuando vio que él ya no estaba entonces sufrió más todavía”, recuerda Evangelina, madre de Yadira y quien hace cinco años se separó de su esposo, decisión que marcaría la vida de su hija.
Cuando el padre se fue, la joven cayó en una profunda depresión; “empezó a no querer comer, a aislarse en su cuarto… hay señales, hay señales de alarma que a veces uno no las ve”, comparte Evangelina.
Al otro lado de la sala hay otra joven: Evelyn, hermana de Yadira, quien a diferencia de Evangelina, parece más repuesta por la partida de la mayor e incluso, dice, lo veía venir. “Yo sabía que mi hermana estaba mal, yo le veía y decía: esto no es normal, que mi hermana no se levante, que ya no quiera saber nada.
Depresión profunda
El ánimo de Yadira no mejoraba, tenía varias semanas con poco apetito y encerrada en su cuarto, hasta que una tarde tomó una decisión. “La encontramos en el baño atada a un cable, se había ahorcado, cuando nosotros entramos, mi hija y yo, ella ya estaba sin vida”.
De acuerdo con la Sociedad Mexicana de Psicología, en los últimos dos años, los suicidios de menores de edad se duplicaron en México. “Estamos en un 42 por ciento por arriba de lo que antes estábamos; a nivel mundial se ha triplicado esta causa de muerte, entre niños de 5 y 14 años”, sentencia Alejandro Salce, presidente de dicha sociedad.
“Cuando la perdí a ella, fue el dolor más grande que yo pude sentir, ahora lo conozco porque hasta los huesos me carcomía el dolor”, relata Evangelina, mientras sostiene la última fotografía que tomó a su hija; en aquel momento, dice, todo marchaba bien.
De acuerdo con Alejandro Salce, uno de los factores que más preocupa a los especialistas es la alteración de bioquímica en el organismo de quienes intentan suicidarse. “Hay un elemento donde los menores y adolescentes se sienten perseguidos, amenazados; puede haber alucinaciones que aparecen en ciertos padecimientos, que ocasionan que los menores pierdan la realidad respecto a lo que está sucediendo a su alrededor”.
Focos de alerta
Las tendencias suicidas son perceptibles. Los padres, dicen especialistas, deben estar atentos a las mencionadas señales. “Los dibujos son un indicador, o el tipo de juego que están teniendo, la interacción que toman, por ejemplo si son dibujos más relacionados con aspectos violentos o cosas de muchas rayas, monstruos, rompen la hoja o la arrugan con furia”, enfatiza Salce.
Tras perder a su hija, Evangelina inició un duelo que no termina. Su semblante es frio y su rostro no corresponde a su edad. El tiempo pasó para ella, sin embargo trata y quiere recuperarse. Hoy lucha por sacar adelante a sus demás hijos y, sobre todo, ayudar a otros padres a prevenir que sus descendientes no “equivoquen” el camino.
“Ella necesitaba un psicólogo y nosotros nunca la llevamos, entonces cometemos errores; lo principal es estar al pendiente de nuestros hijos, darles tiempo, pero que ese tiempo sea de calidad”. Evelyn coincide, “si ha crecido este nivel de suicidio, ha sido a causa de eso, de que las familias ya no se comunican”.
Creer lo que manifiestan y advierten los hijos es parte esencial en estos temas. “En el rango entre los 11 y 13 años es donde menos les creen, pero hemos tenido casos de niños que se avientan desde el tercer piso de la escuela, y antes lo avisaron”, dice un preocupado presidente de la Sociedad Mexicana de Psicología, quien también asegura que los suicidios no son un rubro prioritario para las autoridades de nuestro país. Los números no mienten y laceran; van a la alza sus causas deben atenderse.
Con sus actitudes, los niños y adolescentes regularmente revelan sus intenciones; descalificarlos es el primer error.
Según el psicoterapeuta Rogelio Rodríguez, las mujeres menores de edad tienen más tendencia a los actos suicidas. Los varones lo intentan menos pero consuman su objetivo. “Los suicidas generan primeramente ese pensamiento, ya no quiero vivir, ya no vale la pena”.
¿Cuáles son los síntomas que los padres deben atender de inmediato y así reaccionar a tiempo? “Es el hecho de no querer ir a la escuela, no tener amigos, el comer de más o comer de menos, o dejar de comer”, plantea Luz Tortolero, directora del Centro de Desarrollo de Habilidades Psicolingüísticas.
Advertencias
Cuando un menor intenta suicidarse y no lo consigue, las estadísticas señalan que lo volverá a intentar; así temen ocurra con Saúl, de 13 años, a quien conocimos en el CEDHAP.
El chico vivió su peor momento con el último regaño de su madre. “Me sentía desesperado porque siempre me regañaba después de hacer algo bien, yo sentía que así ya no podía”, comparte el adolescente, quien viste su uniforme de secundaria.
Esa tarde, justo después de la reprimenda materna, Saúl tomó un cinturón, caminó al baño y obedeció sus impulsos. “La idea se me vino a la mente nada más y lo hice”… ¿qué hiciste?… “intenté suicidarme”… ¿cómo?… “ahorcándome”.
Este adolescente, quien durante la entrevista no deja de jugar en su iPad, permaneció colgado varios segundos, hasta que su madre, Lucía, le salvó la vida.
“El sexto sentido me hizo ir a verlo, fue cuestión de segundos, yo le acababa de reprender, cuestión de segundos… ¡Héctor dónde estás¡ Lo busqué y ya cuando lo encuentro  pues lo traté de bajar y mi niña me ayudó. El suicidio no se consumó. Saúl, con baja autoestima por los regaños y descalificaciones de su progenitora, terminó en el hospital. “Yo no me percaté de todo esto y a lo mejor fui propiciando situaciones que a mi hijo le causaban sentido de culpabilidad”, recuerda la mamá de Saúl. Hoy, Lucía está al pendiente del comportamiento de su hijo.
La Ciudad de México, Colima y Baja California, concentran el mayor número de casos de suicidio en menores, alerta la Comisión al Desarrollo de la Niñez, en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
Las advertencias, dicen… siempre están ahí.

Óscar Hernández Bonilla es reportero de investigación en Proyecto 40. Conductor suplente en Informativo 40. Especializado en temas sociales y seguridad. Coberturas electorales, desastres naturales,  e internacionales: guerrilla de las FARC. “En cualquier parte hay algo valioso, digno de narrar; el reto es descubrirlo”.

E-mail: oskarhbonilla@gmail.com

Twitter: @ohernandezb