LOS TRES EFECTOS

PESOS Y CONTRAPESOS
ARTURO DAMM ARNAL

De 2018 a la fecha el comportamiento de la economía mexicana, comenzando por la producción, se explica a partir de tres efectos: el Efecto 4T, el Efecto Covid y el Efecto Rebote.

El Efecto 4T consiste en la serie de malas decisiones, desde la cancelación de la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, en octubre de 2018, hasta la propuesta de contrarreforma eléctrica, en octubre de 2021, decisiones que afectaron la confianza de los empresarios para invertir directamente en México, lo cual ha generado presiones recesivas, para empezar, por el lado de la producción y oferta de bienes y servicios.

El Efecto Covid, que tiene dos momentos, consiste en las presiones recesivas ocasionadas por el lado de la demanda y compra de satisfactores, consecuencia, primer momento, de las jornadas de sana distancia, que comenzaron en marzo de 2020, y, segundo, del paro parcial de la economía durante abril y mayo de aquel año, reclusiones (sana distancia), pérdidas de empleos y reducciones de ingresos (paro parcial de la economía), que se tradujeron en menos demanda y compra y, por ello, en más presiones recesivas.

Al Efecto 4T se sumó el Efecto Covid, por lo que tuvimos dos fuentes de presiones recesivas: el de la producción y oferta, consecuencia del Efecto 4T; el de la demanda y compra, resultado del Efecto Covid.

La combinación de los dos efectos estuvo presente, sobre todo, durante el primer semestre de 2020, hasta que, en junio de aquel año, se inició la reapertura, parcial y progresiva, de la economía, iniciándose con ella el Efecto Rebote, que tuvo lugar, principalmente, a lo largo del segundo semestre de 2020, y que desde hace algunos meses llegó a su fin, sobre todo en materia de producción de bienes y servicios, variable con la que se mide el crecimiento de la economía, relacionada con la creación de empleos y la generación de ingresos, de los que depende el bienestar.

GUILLERMO BARBA

Del Efecto Covid ya no opera, ¡y no debe volver a operar!, el paro de actividades económicas, pero sigue operando, manteniendo presiones recesivas por el lado de la demanda y compra, la sana distancia, entendida como la decisión de muchas personas de evitar el contagio, quedándose en casa lo más posible, reduciendo la demanda y compra de ciertos bienes, pero sobre todo de ciertos servicios (si bien es cierto que aumentando la de otros).

El Efecto 4T sigue, y seguirá, ya que, para eliminarlo y retomar la confianza de los empresarios, tendrían que revertirse las malas decisiones, desde la cancelación del NAICM hasta la contrarreforma eléctrica, algo que no sucederá, por lo que, a lo más a lo que podemos aspirar (exigir), es a que, en lo que resta de la 4T, no se sigan tomando ese tipo de decisiones.

E-mail: arturodamm@prodigy.net.mx
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11 de enero de 2022