MÁXIMOS HISTÓRICOS

PESOS Y CONTRAPESOS
ARTURO DAMM ARNAL
Una posible manera de medir la recuperación de la economía, después de la recesión de parte de 2019, todo 2020, y parte de 2021, es tomando como referencia los máximos históricos que ya se habían alcanzado, en materia de inversiones directas, que producen bienes y servicios, crean empleos y generan ingreso; crecimiento de la economía, que depende de las inversiones directas; bienestar de las personas, que, si ha de ser el resultado del trabajo propio, depende de los empleos y los ingresos, que dependen de las inversiones directas. ¿Qué tan lejos estamos de esos máximos históricos?
Las inversiones directas son las que se destinan a la producción de bienes y servicios, con los que satisfacemos nuestras necesidades, y con la que se mide el crecimiento de la economía; a la creación de empleos, puesto que para producir alguien debe trabajar; a la generación de ingreso, puesto que a quien trabaja se le paga por hacerlo.
En octubre pasado, no tenemos información más actualizada, el nivel de la inversión directa, medido por el nivel de la inversión fija bruta en instalaciones, maquinaria y equipo, fue similar al de febrero de 201 (retroceso de más de diez años), y se ubicó un 16.6 por ciento por debajo de su máximo histórico, de septiembre de 2015.
El crecimiento de la economía se mide por el comportamiento de la producción de bienes y servicios, de la que dependen el empleo y los ingresos, de los que depende el bienestar de la gente, nivel al que debe calificarse el desempeño de la economía.
En octubre pasado, tampoco tenemos información más actualizada, el nivel de la producción de bienes y servicios, medida por el Indicador Global de la Actividad Económica,  fue similar a la de abril de 2016 (retroceso de más de cinco años), y se ubicó un 5.5 por ciento por debajo de su máximo histórico, de agosto de 2018.
GUILLERMO BARBA
El bienestar de las personas depende, en buena medida, de la cantidad, calidad y variedad de los bienes y servicios a su disposición, la mayoría de los cuáles hay que comprar, para lo cual se requiere ingreso, para lo cual se requiere empleo, que dependen de las inversiones directas.
En octubre pasado, tampoco tenemos información más actualizada, el nivel del consumo privado, que mide la compra de bienes y servicios, fue similar al de septiembre de 2017 (retroceso de poco más de cuatro años), y se ubicó un 3.5 por ciento por debajo de su máximo histórico, de julio de 2019.
De las tres variables analizadas, en las tres sigue habido retroceso, y las tres están lejos de su máximo histórico, lo cual es preocupante, sobre todo en el caso de la inversión directa, por todo lo que depende de ella: producción, empleo, ingreso y bienestar, preocupación que el gobierno de la 4T no parece compartir, lo cual es preocupante.
E-mail: arturodamm@prodigy.net.mx
Twitter: @ArturoDammArnal
17 de enero de 2022