MEDIOCRIDAD INSTITUCIONAL Y IED

PESOS Y CONTRAPESOS

IED es inversión extranjera directa, capitales extranjeros que se invierten directamente en un país, formando parte de la inversión directa (ID), que produce bienes y servicios, crea empleos y genera ingresos, siendo una variable cuyo comportamiento determina la evolución económica de un país, razón por la cual conviene que los países cuenten con todas las condiciones que los hagan seguros y confiables para ese tipo de inversión.
Entre los elementos que determinan qué tan seguro y confiable es un país se encuentran las instituciones, las reglas del juego, comenzando por las normas jurídicas. La Red Liberal de América Latina acaba de publicar el Índice de Calidad Institucional 2018 (ICI), que mide la calidad de las instituciones en 209 países. “México se encuentra –leemos en el comunicado- en el lugar 91 de 209 (con una calificación de 4.9 sobre 10). La incapacidad de mejorar la calidad institucional se traduce en problemas para atraer inversión extranjera directa y con ello mejorar la calidad de vida de los mexicanos”, lo cual preocupa porque, si estando como estamos, captamos IED, ¿cuánta más no atraeríamos si pusiéramos TODA la casa en orden?
Esta es la cantidad de IED captada por México en los cinco primeros años del sexenio, según los datos de la Comisión Nacional de Inversión Extranjera, dependencia de la Secretaría de Economía: 2013, 44 mil 627 millones de dólares; 2014, 27 mil 508; 2015, 33 mil 181; 2016, 26 mil 739; 2017, 29 mil 695. ¿Captamos IED? Sí. ¿Podemos captar más? Por su puesto. ¿Debemos captar más? Sin duda alguna.




Según el Informe sobre las Inversiones en el Mundo 2017, de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), México ocupa el lugar 13 como país receptor de IED, con una participación de 1.5 por ciento respecto del total de flujos mundiales de IED, lo cual quiere decir que hay tela de donde cortar para atraer más IED. Si estando en la posición 91, entre 209 países, en el ICI, ocupamos el lugar 13 como nación receptora de IED, ¿cuánto más no captaríamos si mejoráramos el marco institucional de la economía, en particular, y del país, en general?
El ICI se arma a partir de siete subíndices: Estado de Derecho; responsabilidad gubernamental; libertad de prensa; corrupción; competitividad global; libertad económica; facilidad para hacer negocios.
Estas son las calificaciones de México en cada uno de los siete subíndices. Estado de Derecho: 3.3. Responsabilidad gubernamental: 4.4. Libertad de prensa: 3.0. Corrupción: 2.6. Competitividad global: 6.4. Libertad económica: 6.0. Facilidad para hacer negocios: 7.5. En cuatro (57.1 por ciento) reprobamos y en tres (42.9 por ciento) aprobamos. ¿Nuestro talón de Aquiles? Corrupción.
El principal reto del próximo gobierno será eliminar los excesos y defectos, que son muchos, del marco institucional de la economía. Quien gane, ¿lo hará? Lo dudo.
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