Menos ahorro

PESOS Y CONTRAPESOS
El ahorro es el primer paso hacia el progreso económico, definido como la capacidad para producir más (dimensión cuantitativa) y mejores (dimensión cualitativa) bienes y servicios, para un mayor número de gente (dimensión social), lo cual depende de las inversiones directas, destinadas a producir más y/o mejores bienes y servicios.
¿De dónde provienen los recursos para invertir? Del ahorro, de los ingresos que dejan de destinarse a la compra de bienes y servicios para consumo final y se destinan, o a la producción de los medios de producción necesarios para producir bienes y servicios para consumo final, o la producción de los mismos. En ambos casos se renuncia al consumo presente a cambio de un mayor y/o mejor consumo en el futuro. En ambos casos se realiza un sacrificio, que implica renunciar a algo bueno hoy (consumir X hoy) a cambio de algo mejor mañana (consumir X más N mañana, en donde N implica más y/o mejor que X). Sin ahorro destinado a financiar inversiones directas no hay manera de mantener, ni mucho menos aumentar, el progreso económico.
Ya contamos con el Indicador Trimestral del Ahorro Bruto, ITAB, para el tercer trimestre del año, que, según el INEGI, “representa la parte del ingreso disponible (el que resta una vez pagados impuestos) que no se gasta ni en bienes ni en servicios de consumo final, permitiendo con estos recursos la adquisición de activos por parte de los agentes económicos”, ITAB que “se constituye por dos principales componentes, de acuerdo a su origen: Economía Interna (AEI) y Resto el Mundo (ARM)”. Estos son los principales resultados.
Con relación al segundo trimestre de 2019 el ITAB disminuyó 0.3 por ciento. “Por componentes, informa el INEGI, el Ahorro de la Economía Interna aumentó 1 por ciento y los requerimientos procedentes del Resto del Mundo para financiar la economía fueron negativos (¡salida de recursos!)”.
Con relación al mismo trimestre de 2018 el ITAB descendió 4.4 por ciento. “A su interior, informa el INEGI, el de la Economía Interna se incrementó 7.6 por ciento”.
Tanto si comparamos el tercer trimestre de 2019 con el segundo de 2019, o con el tercero de 2018, el ITAB registra contracciones, 0.3 por ciento en el primer caso, 4.4 en el segundo, todo lo cual apunta en la dirección equivocada. Si en el primer trimestre del 2019 el ahorro bruto representó el 22.8 por ciento del PIB (el ingreso generado en la economía mexicana), en el tercero representó 21.2, 1.6 puntos porcentuales menos, equivalentes a una reducción del 7.0 por ciento, debido, sobre todo, al comportamiento del ARM, que pasó de 2.8 por ciento del PIB a menos 0.7, mientras que el AEI pasó de 20.0 a 21.9.
Si el ahorro es el primer paso hacia el progreso económico, el comportamiento reciente del ITAB, y sobre todo del ARM, es preocupante.