OCTUBRE, ANTES Y DESPUÉS

PESOS Y CONTRAPESOS
En la historia reciente de la economía mexicana hay un antes y un después del 29 de octubre de 2018, fecha en la cual AMLO cometió el que, sin duda, es hasta hoy su más grave error en materia de economía: la cancelación de la construcción del NAICM en Texcoco, error que tuvo dos consecuencias graves. Primera: privar, no solo a la Ciudad de México, sino al país, de una obra de infraestructura indispensable para apoyar la producción de bienes y servicios, la creación de empleos y la generación de ingresos. Segunda: afectar, de manera considerable, la confianza de los empresarios, tanto nacionales como extranjeros, para invertir directamente en el país, inversiones directas (ID) de las que depende la producción de satisfactores, la creación de empleos y la generación de ingresos. En otras palabras, el progreso económico.
Ese error, por sí mismo, no ha generado inestabilidad, pero sí ha ocasionado una pérdida de dinamismo, calculado, para empezar, por la producción de bienes y servicios, que es la variable con la que se mide el crecimiento de la economía. El antes y después de octubre es claro.
Entre abril y septiembre de 2018, durante los seis meses anteriores a octubre, el crecimiento promedio mensual de la actividad económica, medido de manera anual, según el Indicador Global de la Actividad Económica, fue 2.17 por ciento, resultado mediocre que podemos calificar como normal para la economía mexicana. Entre noviembre de 2018 y abril de 2019, a lo largo de los seis meses posteriores a octubre, medido de manera anual, el crecimiento promedio mensual de la actividad económica fue 0.60 por ciento, resultado que debemos calificar como malo.
En materia de crecimiento, hay un antes y un después de octubre, un antes y un después de la cancelación del NAICM. ¿Por qué? Porque también hay un antes y un después en materia de Inversión Fija Bruta, IFB, que se realiza en instalaciones maquinaria y equipo, parte fundamental de la ID, que es la que produce bienes y servicios, variable con la que se mide el crecimiento de la economía.
Entre abril y septiembre del año pasado, a lo largo de los seis meses anteriores a octubre, el crecimiento promedio mensual de la IFB, medido de manera anual, fue 1.38 por ciento, resultado que podemos calificar como mediocre. Entre noviembre de 2018 y abril de 2019, durante los seis meses posteriores a octubre, medido de manera anual, el crecimiento promedio mensual de la IFB fue menos 3.07 por ciento, resultado que debemos calificar como preocupante.
Claramente, en materia del dinamismo de la economía, hay un antes y un después de octubre de 2018, de la cancelación de la construcción del NAICM en Texcoco, del error más grave cometido por AMLO hasta el momento, falta de dinamismo que, si ya era preocupante antes, ahora lo es más.
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