OTROS DATOS

PESOS Y CONTRAPESOS
De las inversiones directas (ID), dependen, en primer lugar, la producción de bienes y servicios, variable con la que se mide el crecimiento de la economía y, en segundo término, la creación de empleos, ya que para producir alguien debe trabajar, y la generación de ingresos, ya que a quien trabaja se le paga por hacerlo, empleos e ingresos de los que depende el bienestar de la gente.
Las ID pueden ser nacionales o extranjeras. Son nacionales si los capitales invertidos se generaron en el país. Son extranjeras si se generaron en algún otro país. Lo que importa no es dónde se generan los capitales, sino dónde se invierten. Esto último es lo que debe determinar la denominación –nacional o extranjera– de la ID, de tal manera que es nacional la que, con capitales nacionales o extranjeros, se realiza en el país, y extranjera la que, con capitales nacionales, se realiza en otro país.
Si capitales, que se originaron en el extranjero, se invierten directamente en la nación, producen bienes y servicios para los consumidores nacionales, crean empleos y generan ingresos para los trabajadores nacionales, pagan impuestos al gobierno nacional, exportan desde la nación y generan divisas para la nación, esos capitales no son extranjeros, son nacionales. Así hay que verlos, como nacionales, y así hay que tratarlos, como a los nacionales. Lo importante es dónde se invierten los capitales, no dónde se generan. Lo importante es hacia dónde van, no de dónde vienen.
La inversión extranjera directa (IED), es importante para los países que no son capaces de generar, internamente, la ID que necesitan para producir más bienes y servicios, y por lo tanto para crecer más; para crear más empleos y generar más ingresos, y por ello para elevar el bienestar de su gente. Es el caso de México.
Dado que es nuestro caso, es una buena noticia la información que dio a conocer la Secretaría de Economía: durante el primer trimestre del año, comparando con el primero del año pasado, la IED creció 14.8 por ciento y sumó 11,864 millones de dólares, la mayor cifra, para un primer trimestre, desde 1999.
El problema es que hay otros datos, los del Banco de México, que son los buenos, porque registran la entrada real de IED, no los trámites para realizar IED en México, que es lo que toma en cuenta la Secretaría de Economía. Según los datos del Banco de México, la entrada de IED en el primer trimestre fue, efectivamente, de 11,864 millones de dólares, pero resultaron 29 por ciento menores que los del primer trimestre de 2020, no 14.8 mayores.
Además hay que tener en cuenta que, del total de IED, el 59.2 por ciento fueron reinversiones, el 22.2 cuentas con la matriz, y solo el 18.6 nuevas inversiones, que resultaron 15.5 por ciento menores que en 2020.
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