PEMEX y CFE quiebran a México

Gobierno justifica la consolidación del monopolio de la extracción y comercialización de petróleo, gasolinas y la generación y distribución de energía eléctrica, diciendo que así se garantiza la seguridad nacional y la soberanía.

Esa afirmación es falsa. Los dos monopolios estatales, PEMEX y CFE, son las principales fuentes de deuda y dependencia del extranjero. Si el gobierno de los Estados Unidos frena por una semana la exportación de gasolinas, de gas, y electricidad de los Estados Unidos a México, crearía una escasez de gasolinas, gas, y electricidad, que generaría un caos en la economía mexicana de consecuencias impredecibles. PEMEX es la empresa petrolera más endeudada del mundo. Una calificadora redujo la calificación a la deuda de México por la mayor incertidumbre de que PEMEX cubra a tiempo el servicio de su deuda y se convierta en “bonos basura”. PEMEX y CFE no tienen recursos para cubrir las privilegiadas pensiones a sus trabajadores. Las cubren con dinero de los impuestos.

Los esfuerzos para reducir la compra de gasolinas con la adquisición de una refinería en Texas y la construcción de otra en Dos Bocas resultará, como dice un dicho, “peor el remedio que la enfermedad”. Según el ex director del Instituto Mexicano del Petróleo, construir una refinería en Dos Bocas corre el riesgo de inundación y en 20 años tendrá pérdidas, pero en lugar de hacerle caso lo corrieron por contradecir los deseos del Presidente de construir una refinería en ese lugar.

En el caso de la generación de energía eléctrica se frenaron las inversiones privadas para generar energías limpias porque su precio al público era tres veces más barato que el de la CFE, donde quienes en gran parte deciden a donde llevar la electricidad en el campo son los directivos del sindicato, que cobran dinero extra a quienes les piden electricidad para sacar agua de pozos y regar sus siembras.

La corrupción, las pérdidas y el dispendio en PEMEX y la CFE son iguales o peores que el sexenio pasado, por ello los resultados será iguales o peores que el sexenio pasado.

Hay soluciones, las que por motivos ideológicos y porque reducirían los jugosos “negocios” de altos funcionarios, no se realizan sino se obstaculizan. El camino es abrir la producción y comercialización de petrolíferos y energía eléctrica al sector privado y transparentar completamente los ingresos, gastos de operación y subsidios de PEMEX y de CFE.