Posible justificación (1/2)

¿Qué podría justificar que el gobierno de un país (y escribo gobierno, y no ciudadanos, porque estos difícilmente lo pretenderían), pretenda la autosuficiencia, por lo menos en algunos productos, como alimentos o energéticos?

Para responder supongamos, en primer lugar, que el país X importa toda su gasolina del país Y, dependiendo totalmente de esas importaciones para satisfacer su demanda.

Supongamos, en segundo lugar, que el gobierno del país Y (y escribo nuevamente gobierno, y no ciudadanos, porque estos difícilmente lo harían), se enemista con el gobierno (y escribió de nuevo gobierno, y no ciudadanos, porque con estos difícilmente lo harían), del país X y, para fastidiarlo, prohíbe las exportaciones de gasolina desde Y hacia X, dejándolo, por lo menos mientras X resuelve el problema, ya sea sustituyendo importaciones con producción nacional, ya sea encontrando otros proveedores en otros países, ya sea la combinación de las dos anteriores, sin gasolina.

En tal caso podríamos pensar que a los ciudadanos del país X, que son los consumidores de la gasolina importada del país Y, les conviene que su gobierno imponga la autosuficiencia, para no correr el riesgo de que suceda lo supuesto en el párrafo anterior. Pero, ¿cuál es el origen de ese riesgo?

El origen del riesgo para los consumidores del país X es el poder del gobierno del país Y para prohibir las exportaciones de gasolina desde Y hacia X, violando directamente el derecho a la libertad de los oferentes de gasolina del país Y, e indirectamente de los demandantes de gasolina del país X, para establecer relaciones comerciales como más le convenga a cada uno. Se llama libre comercio y es lo que debe ser. 

Ese, el poder de los gobiernos para limitar o prohibir las relaciones comerciales entre personas de distinta nacionalidad, ya sea limitando y/o prohibiendo importaciones y/o exportaciones, es el riesgo que podría justificar la búsqueda de la autosuficiencia de parte de los gobiernos de los países que se consideren amenazados, para lo cual tendrían que prohibir las importaciones y forzar, en contra de las decisiones de sus consumidores, la sustitución de importaciones por producción nacional que, como lo expliqué en los tres anteriores Pesos y Contrapesos, resulta éticamente injusta, en contra del derecho de los consumidores nacionales a la libertad para comprar lo que les dé la gana, producto nacional o extranjero; a quien les dé la gana, oferente nacional o extranjero; en donde les dé la gana, en su país o en el extranjero, y económicamente ineficaz, en contra del bienestar de las personas, porque la sustitución de importaciones resultada en una oferta a mayor precio y/o con menor calidad y/o con peor servicio.

En México, el riesgo del gobierno limitando y/o prohibiendo importaciones y/o exportaciones, ¿es real? Para responder atendamos al segundo párrafo del artículo 131 constitucional, una amenaza al libre comercio, que es la condición institucional por la cual los consumidores nacionales, comprando o dejando de comprar, sin ninguna intervención del gobierno, determinan la composición (el qué) y el monto de las importaciones (el cuánto), libre comercio que es lo éticamente justo y económicamente eficaz.

¿Qué dice el artículo 131 constitucional? Lo vemos mañana.

Continuará.

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21 de mayo de 2022