¿PRECIOS JUSTOS?

PESOS Y CONTRAPESOS

AMLO puso sobre la mesa, a raíz del aumento en los precios de los combustibles, el tema de los precios justos, y eso, que sean justos, es lo que quiere para esos precios, lo cual no tiene sentido.
Lo único que puede ser justo o injusto, sobre todo si por justicia entendemos el respeto a los derechos de los demás, y por injustica su violación, es la conducta humana. Los precios son resultado de la acción humana, del acuerdo entre el comprador y el vendedor, pero no son acción humana. Son razones de cambio, tanto de X por tanto de Y ($19.40 por litro de gasolina Magna; $20.70 por litro de Premium; $21.05 por litro de diésel, precios al 10 de abril), y como tales no son ni justos ni injustos. No pueden serlo, por lo que no se les debe calificar como tales.
El único adjetivo apropiado para calificar precios es “eficaz”, y son eficaces los precios a los cuales no hay, ni escasez (al precio al que se ofrece la mercancía la cantidad demandada es mayor que la ofrecida), ni sobreoferta (al precio al que se ofrece la mercancía la cantidad ofrecida es mayor que la demandada), por lo que el mercado se encuentra en equilibrio (la cantidad demandada es igual a la ofrecida).




Una de las tareas de los precios es racionar los mercados, corregir situaciones de escasez o sobreoferta. Si hay escasez los precios aumentan, la cantidad demandada disminuye, y se elimina la escasez. Si hay sobreoferta los precios disminuyen, la cantidad demandada aumenta, y se elimina la sobreoferta. Para que los precios realicen correctamente esta tarea deben moverse libremente, sin que el gobierno los manipule, y sin que los agentes económicos incurran en prácticas monopólicas o monopsónicas.
Debemos preocuparnos cuando un gobernante, como lo está haciendo AMLO, califica de injustos ciertos precios, porque puede ser el primer paso para manipularlos, en este caso imponiendo precios máximos, por debajo de los precios de mercado, lo cual, como lo sabe cualquier estudiante del primer semestre de la carrera de Economía, genera escasez: a ese precio, manipulado por el gobierno, la cantidad demandada resulta mayor que la ofrecida, lo que perjudica a los demandantes que no logran comprar.




Para terminar preguntémonos: si un oferente está dispuesto a vender al precio X, si un demandante está dispuesto a comprar al precio X, y si por ello intercambian, ¿abusó X de Y o Y de X? No. ¿El oferente violó algún derecho del demandante o viceversa? No. ¿Se cometió alguna injustica? No.
La única manera de que los precios bajen es por medio de la competencia, pero no del gobierno, que no debe realizar actividades empresariales, sino de empresas privadas. En México, ¿están dadas las condiciones para que, en el mercado de combustibles, se dé la mayor competencia posible?
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