El 2017 se previó, desde el principio, como un año difícil en materia de economía, dificultades que empezaron en el 2016. En 2015 la actividad económica (producción de bienes y servicios) creció 2.6 por ciento y la inflación fue de 2.1 puntos porcentuales (el mínimo histórico hasta el momento). En 2016 el crecimiento fue del 2.3 por ciento (menor) y la inflación del 3.4 (mayor). Para este 2017 se espera (Encuesta Sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado, febrero 2017) un crecimiento del 1.5 por ciento (menor) con una inflación de 5.4 puntos porcentuales (mayor), manteniéndose la tendencia del 2016 hacia un menor crecimiento con una mayor inflación. 2017 se prevé difícil.
Transcurrido el primer trimestre del año, y con la información disponible hasta el momento, ¿cómo pinta el 2017? Repasemos algunos datos.
Entre el 1 de enero y el 31 de marzo el Índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores pasó de 45 mil 643 unidades a 48 mil 542, lo cual dio como resultado una ganancia del 6.4 por ciento, con el último máximo histórico el pasado 28 de marzo, en 49 mil 339 puntos.
Durante el primer trimestre del año el tipo de cambio (Fix) pasó de 20.62 a 18.80 pesos por dólar, lo cual dio lugar a una apreciación de nuestra moneda frente a la estadounidense de 1.82 pesos, equivalente al 8.8 por ciento, con el último mínimo anual el pasado 30 de marzo en 18.71 pesos por dólar.
Terminamos el año pasado con una tasa de interés (Cetes a 28 días) de 5.69 por ciento, que se ubicó, en la última subasta primaria del marzo, en 6.43 por ciento, lo cual dio como resultado un repunte de 74 centésimas de punto porcentual, equivalentes al 13.0 por ciento.
Por último, el precio del barril de petróleo mexicano de exportación pasó de 46.25 a 42.60 dólares, una baja de 3.65 dólares, equivalente al 7.9 por ciento.
Estas cifras, ¿son buenas o malas?
Continuará.
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