PROHIBIR O INCENTIVAR, ¿QUÉ ES LO JUSTO Y EFICAZ? (Tercera y última parte)

PESOS Y CONTRAPESOS

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Arturo Damm Arnal

¿Qué medidas pueden tomarse para desincentivar el uso del automóvil, lo cual resulta justo (el automovilista decide si usa o no su automóvil) y eficaz (sí se reduce su uso), comparado con la prohibición (que resulta injusta e ineficaz)? Menciono las tres principales.
Primera: un impuesto especial a las gasolinas que, calculado en base a la elasticidad precio de la demanda de las mismas, aumente su precio en tal proporción que reduzca su compra y consumo (y por lo tanto el uso del automóvil). Ello permitiría aplicar, ante la externalidad negativa que supone la contaminación, el principio “El que contamina paga”, que es más justo y eficaz que este otro, “No contaminar”, prohibiendo la circulación hasta dos días a la semana.
Segunda: usar todo lo recaudado por ese impuesto especial para proporcionar a los ciudadanos trasporte público eficaz, lo cual quiere decir: suficiente, cómodo, seguro, puntual, predecible y, lo más importante, que realmente sea un transporte sustituto del auto particular, lo cual sucede cuando, pudiendo usar tu auto, decides utilizar el transporte público por ser una mejor opción. Hoy, el transporte público, ¿cumple con esta condición? No.
Tercera: racionar el uso de las calles, avenidas, viaductos, periféricos y demás infraestructura vial, partiendo del hecho de que son escasos, es decir, de que no alcanzan para todos, y menos en las cantidades que cada uno quisiera, tal y como sucede durante los embotellamientos, que se originan por la escasez de vialidades, razón por la cual hay que racionarlas. ¿Cómo? Cobrando por su uso, como ya se hace, por ejemplo, en los segundos pisos y con los parquímetros, cobro que podría realizarse con una tarifa dinámica, que variara según la relación entre la oferta (fija) y la demanda (variable) de vialidades.
Prohibir el uso del auto, para fines de combatir la contaminación es injusto e ineficaz. Desincentivarlo, usando el sistema de precios y proveyendo buenos sustitutos, es justo y eficaz. ¿Tan difícil de entender? Y si los gobernantes no lo entienden, ¿son dignos de confianza?
E-mail: arturodamm@prodigy.net.mx
Twitter: @ArturoDammArnal