PESOS Y CONTRAPESOS
Muchos son los temas que se discuten y deciden en la renegociación del TLC, pero hay dos que, por su estrecha relación con el libre comercio, tienen especial importancia.
El primer tema sobre el cual están decidiendo los negociadores es el relacionado con el tipo y grado de protección que cada gobierno le brindará a quienes, nacionales o extranjeros, producen en sus países, protección que se ejercerá frente a las importaciones, siendo contraria al libre comercio, sobre todo si por libre comercio entendemos verdadero libre comercio. En el marco de verdadero libre comercio, ¿qué tipo y qué grado de protección deben los gobiernos otorgarles a los productores de sus países? Ninguno.
La protección que frente a las importaciones otorga un gobierno a quienes producen en su país reduce la cantidad, calidad y variedad de los bienes ofrecidos a los consumidores, limitando las posibilidades de que estos eleven su nivel de bienestar, que depende precisamente de la cantidad, calidad y variedad de los bienes de los que disponen, cantidad, calidad y variedad que mejora con las importaciones.
El segundo tema sobre el cual están decidiendo los negociadores, íntimamente relacionado con el anterior ( de hecho son las dos caras de la misma moneda), es de qué manera podremos relacionarnos comercialmente mexicanos, estadounidense y canadienses (qué podremos comerciar y qué no, y en qué condiciones podremos hacerlo), todo lo cual viola el derecho a la libertad para comprar y vender como más convenga, y a la propiedad para intercambiarla como convenga más.
La manera en la que las personas deben relacionarse comercialmente deben decidirla ellas mismas, que acabarán relacionándose de la manera que más les convenga, tal y como debe ser.
Las negociaciones de tratados de libre comercio, o en su caso las renegociaciones, muestran hasta qué punto se entrometen los gobiernos en la vida de los ciudadanos, tomando decisiones que solamente ellos deberían tomar, entre las cuales se encuentra la decisión referente a la manera de relacionarse comercialmente. ¿Hasta cuándo seguiremos permitiendo tales intromisiones?
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