REPUNTE EN LA INFLACIÓN, ¿POR QUÉ?

PESOS Y CONTRAPESOS
Terminamos 2015 con inflación de 2.13 por ciento. En 2016 surgieron presiones inflacionarias que ocasionaron un repunte en la inflación, que cerró el año en 3.36 por ciento. El repunte fue del 57.7 por ciento. En 2017 persistieron las presiones inflacionarias, que originaron un nuevo repunte en la inflación, que cerró el año en 6.77 por ciento. El repunte fue del 101.5 por ciento. De diciembre de 2015 a diciembre de 2017 el repunte en la inflación resultó del 217.8 por ciento.




¿Por qué, después de haber logrado un mínimo histórico en 2015, terminamos el 2017 con la mayor inflación de los últimos 17 años? Porque entre las dos fechas surgieron presiones inflacionarias, de entre las cuales destacan dos: el aumento en el precio del dólar y, relacionado con lo anterior, el aumento en el precio de las gasolinas.
El 31 de diciembre de 2015 el precio del dólar fue 17.25 pesos. El 29 de diciembre de 2017 19.66. El aumento fue del 13.97 por ciento, que por conducto de las importaciones, entre las cuales se encuentran las gasolinas, generó presiones inflacionarias.
El 31 de diciembre del 2015 el precio de la gasolina Magna era 13.57 pesos por litro y el de la Premium 14.38. El 29 de noviembre de 2017, un día antes de la liberalización de precios, en la delegación Álvaro Obregón, en la Ciudad de México, el precio máximo de la Magna era 16.37 (el aumento fue del 20.63 por ciento), y el de la Premium 18.25 (el incremento fue del 26.91 por ciento).
El comportamiento del precio del dólar y de las gasolinas originó presiones inflacionarias, que se tradujeron en repuntes en la inflación. ¿Hasta qué punto el Banco de México es responsable, no de las primeras, pero sí de los segundos? La pregunta es pertinente porque con la inflación una de dos: o la ocasiona el banco central, o la permite el banco central. En este caso no la ocasionó. Entonces la permitió, y la pregunta es ¿por qué?
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