REPUNTES INFLACIONARIOS

PESOS Y CONTRAPESOS
ARTURO DAMM ARNAL
En noviembre la inflación anual fue 7.37 por ciento, la más elevada desde enero de 2001, cuando fue 8.11 por ciento, y la segunda más elevada, después de aquella, en lo que va del siglo. ¿Terminaremos el año, en este diciembre, con la mayor inflación del siglo? Lo sabremos el 7 de enero, cuando el INEGI publique el dato.
Lo que estamos presenciando es el mayor repunte en la inflación en lo que va del siglo XXI, a lo largo del cual se han registrado tres repuntes importantes, con altibajos a lo largo del camino, pero con una clara tendencia alcista del Índice Nacional de Precios al Consumidor y, por lo tanto, de la inflación.
El primero, que duró diez meses, tuvo lugar entre febrero y diciembre de 2008, cuando la inflación pasó de 3.72 a 6.53 por ciento, lo cual dio lugar a un repunte de 2.81 puntos porcentuales, equivalentes al 75.53 por ciento.
El segundo se presentó entre diciembre de 2015 y diciembre de 2017, y la inflación pasó de 2.13 (el mínimo histórico hasta el momento), a 6.77 por ciento, por lo que el repunte fue de 4.64 puntos porcentuales, equivalentes al 217.84 por ciento. Este segundo repunte duró veintitrés meses.
El tercero, que está en proceso, por lo que continuará dándose en los próximos meses, ha tenido lugar entre abril de 2020 y noviembre de 2021, habiendo repuntado la inflación de 2.15 a 7.37 por ciento, 5.22 puntos porcentuales, equivalentes al 242.80 por ciento. Hasta ahora este repunte suma ya diecinueve meses.
GUILLERMO BARBA
En lo que va del siglo XXI los repuntes en la inflación han sido parte de la historia económica de México, y seguramente, una vez superado el actual, en el futuro aparecerán de nuevo. En lo que va del siglo XXI ya llevamos tres y no hay razones para pensar que el actual será el último.
¿Qué quiere decir “superar el actual repunte en la inflación”? En nuestro caso que la inflación vuelva a ubicarse dentro de los márgenes de la meta de inflación del Banco de México, que es tres por ciento (meta puntual), más menos un punto porcentual de margen de error, por lo que la mínima inflación aceptable es dos por ciento (¿¡?!), y la máxima cuatro por ciento. La de noviembre, 7.37 por ciento, resultó 3.37 puntos porcentuales por arriba de la máxima aceptable, equivalentes al 84.25 por ciento, lo cual debe llevarnos a preguntar, primero, por la eficacia de las herramientas del Banco de México para mantener la inflación dentro de los márgenes de la meta, y segundo, ¡va de nuevo!, si es correcto que un banco central tenga metas de inflación, que esté a favor de la pérdida del poder adquisitivo del dinero y, desde el momento en el que el trabajo se paga con dinero, de la pérdida en el poder adquisitivo del trabajo. Este es el tema que deberíamos discutir. Este es el tema que nadie discute.
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Twitter: @ArturoDammArnal
11 de diciembre de 2021