RESPONSABLE Y CULPABLE

PESOS Y CONTRAPESOS

Lo primero que hay que considerar al tocar el tema del narcotráfico es la primera ley del mercado: si el consumidor (drogadicto) está dispuesto a pagar el precio al que el oferente (narcotraficante) está dispuesto a proveerlo, precio que deberá ser suficiente para cubrir sus costos de producción y compensarlo por los riesgos asumidos (realizar una actividad ilegal), habrá oferta, independientemente del bien del que se trate (drogas incluidas).
Es por la primera ley del mercado que no hay prohibición que acabe con la oferta de drogas, todo lo cual, mientras haya demanda, seguirá dándose. Más allá de lo que la teoría demuestra está lo que la realidad muestra: prohibiciones van y vienen y la venta y compra de drogas no se eliminan. La prohibición es ineficaz.
Lo segundo que hay que tomar en cuenta es al gobierno ángel de la guarda, que pretende preservarte de todos los males, comenzando por los que puedas hacerte a ti mismo, como sucede con el consumo de drogas, por lo cual lo prohíbe, violando el derecho a la libertad, misma que hay que aceptar en la buenas (cuando tus decisiones son correctas) y en las malas (cuando son equivocadas, siempre y cuando no violen derechos de terceros). La prohibición es injusta.
Consumir dogas es una actividad que daña la salud y atenta contra la vida, por lo que es éticamente reprobable, pero, dado que no viola derechos de terceros, no es una actividad delictiva por su propia naturaleza, razón por la cual no debe ni prohibirse ni sancionarse, sí legalizarse y reglamentarse. No hay que confundir los vicios, que no deben prohibirse y sancionarse, pero sí legalizarse y reglamentares, con los delitos, que sí deben prohibirse y castigarse.
El problema con el narcotráfico no es su dimensión económica: producción, oferta y venta de drogas, sino la delictiva: secuestros, torturas, matanzas, etc., y el origen de esto último no es la demanda, compra y consumo de drogas, sino la prohibición, una de cuyas consecuencias es que los oferentes, al no poder competir en el mercado legal, acaban haciéndose la guerra por el mercado ilegal, con todo lo que ello ocasiona, comenzando porque a veces pagan justos por pecadores, como sucedió con los tres muchachos secuestrados, torturados y asesinados en Jalisco.
Para entenderlo mejor pregúntese por qué los oferentes de tabaco (una droga) no se matan entre sí, y lo que pasaría si el gobierno prohibiera desde la producción hasta el consumo de tabaco. No se matan entre sí porque no se hacen la guerra, y no se la hacen porque compiten en mercados legalizados. Lo que pasaría sería la aparición de tabacotraficantes, con todas las actividades delictivas que ello traería consigo.
La causa de la dimensión delictiva del narcotráfico es la prohibición y el responsable, y en este caso también culpable, es el gobierno, que se extralimita al pretender ser, además de gobierno, ángel de la guarda.
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