Un pretexto, la desigualdad; una solución ¿Comunismo a la mexicana?

Cuando pensábamos que el summum de la estupidez de esta semana o de este mes, sería el golpe al libre mercado y medio ambiente, mediante el monopolio al sector eléctrico realizado por Rocío Nahle, llega el presidente nacional de Morena, Alfonso Ramírez Cuellar, el día 17 de mayo un paquete de reformas para “enfrentar los efectos negativos de la crisis sanitaria”, según él.
Entre sus propuestas del confirma el diputado con licencia y ex presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, destaca una en la que se pretende dar facultades al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) para que mida “la concentración de riqueza”, revise “el patrimonio inmobiliario y financiero”, gravando “la propiedad, la riqueza y el ingreso”, donde la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE) evite “el sobreprecio que se impone al momento de adquirir” y haciendo pública esta información cada dos años, todo esto para la generación de un “Nuevo Estado”.




Señala Ramírez Cuellar que “existen dos fuentes de información para conocer los datos de desigualdad: las encuestas ingreso/gasto y las declaraciones fiscales” ¡Falso! Esa información no es para eso, ni siquiera analizándola a fondo podríamos determinar las razones que la generan. La información para medir el problema de la desigualdad debe salir del propio INEGI y es información existente, que ya está disponible. Entonces usar como pretexto la desigualdad para intentar subir a rango Constitucional estas propuestas es un reflejo de su vil DESPRECIO por la propiedad privada de las personas; la ambición y la velocidad que tiene Morena de volvernos un país, ya no sé si decirlo, socialista y/o comunista ¡Increíble! Esto es querer abrir la puerta al autoritarismo y con el tiempo, quizá no mucho, a la expropiación de la riqueza ¿Dónde está quedando el respeto por el Estado de Derecho y la Propiedad Privada?
¿Ahora se pretende que el Gobierno por medio del INEGI pueda ingresar a nuestros hogares, sin orden de cateo, allanando nuestras cuentas de banco para contar las pertenencias y distribuirlas si consideran que es mucho lo que uno posee? Habría que informarle y recordarles a los legisladores de Morena que: tenemos instituciones como el Registro Público de la Propiedad y el SAT para revisar/fiscalizar y; ¡Los domicilios particulares son inviolables, solo un juez puede ordenar su revisión! Pareciera que el INEGI podría ser más poderoso que la propia Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Esta clase de propuestas surgen cuando se quiere medir el “Bienestar”, un parámetro subjetivo. Hay muchos países que han logrado dar soluciones reales a este problema y NINGUNO de ellos tuvo que “meterse hasta la cocina” de la ciudadanía que tiene “riqueza concentrada” para luego, “diseñar políticas adecuadas”. La solución es en realidad, muy diferente, lo que se necesita es una política fiscal adecuada y un manejo correcto de los impuestos que cobra el gobierno. Todo esto resulta cuando se un presidente que no sabe cómo generar empleo o hacer que el país crezca.




Afirmar que la “distribución de la riqueza” combate la desigualdad es una falacia, crea un problema, incrementa pobreza y quiebra empresas, los países con menos desigualdad son aquellos más prósperos, que no meten la mano en el bolsillo de la gente. Repito incesablemente, en vez de estar perdiendo el tiempo con este tipo de propuestas PREOCUPANTES, deberían de atender las propuestas que el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) tiene para reactivar la economía, fortalecer la industria y el comercio, crear empleos y mejorar el poder adquisitivo de todos los mexicanos.
Tal parece que, entre los legisladores, funcionarios, secretarios de estado de Morena y el mismo Andrés Manuel López Obrador, juegan cada día para ver quién propone lo más anticonstitucional, quién viola más el estado de derecho o quién genera un conflicto diplomático.
Aunque igual y no habría que alarmarse tanto, el Sen. Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política en el Senado, señaló en un twitt: “La pandemia traerá un nuevo orden mundial que todos debemos diseñar y avalar. En el Senado no existe iniciativa sobre nuevas facultades del INEGI o del SAT, así que actuaremos con prudencia y responsabilidad. No abandonemos el diálogo, es la mejor vía”, quizá sólo se apruebe en la Cámara Baja y no sea la misma suerte en la Cámara Alta, quedándose en la “congeladora” y en el recuerdo de una iniciativa que a más de uno, preocupó.