UNA BARBARIDAD

Crónica del sureste

PESOS Y CONTRAPESOS

El diputado del Partido del Trabajo, Benjamín Robles, ha presentado la iniciativa con proyecto de decreto por el que se reforma y adiciona el artículo 2° de la ley del Banco de México para que éste, además de tener como tarea “procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional”, lo cual en México quiere decir mantener la inflación entre el 2 y el 4 por ciento, ¡algo por demás cuestionable porque la meta de inflación debe ser cero!, tenga entre sus responsabilidades la de “procurar las condiciones monetarias (…) con el fin de garantizar (…) el crecimiento económico” y “proveer de los recursos de emisión primaria de dinero, en forma de crédito exclusivamente productivo, para los Proyectos Estratégicos del Plan Nacional de Desarrollo y otros que el Poder Ejecutivo establezca”, todo lo cual es una barbaridad, y no por el fin que se busca, sino por el medio que se propone.
No hay manera, en un espacio tan reducido como el de un artículo periodístico, de explicar, a detalle, por qué la propuesta del diputado Robles es una barbaridad, por lo que me limito a lo básico.




Primero. Si el banco central produce dinero y se lo da al gobierno para que demande lo que necesita para invertir en proyecto estratégicos, la demanda por bienes y servicios aumenta lo cual, si la oferta de bienes y servicios no crece en la misma magnitud y al mismo tiempo, lo cual por lo general no sucede, el resultado es el alza de precios, la pérdida en el poder adquisitivo de nuestro dinero, independientemente de que ese dinero se use para “financiar” proyectos productivos, momento de preguntar qué tan productivas resultan las inversiones del gobierno.




Segundo. El diputado Robles habla de crédito, momento de preguntarle si lo que propone es que el Gobierno Federal le regrese el dinero al Banco de México, con todo y el pago de intereses que le corresponde al verdadero crédito. ¿Es esto lo que pretende el diputado Robles o, por el contrario, en lo que está pensando es en clásico “crédito primario del banco central al gobierno federal”, que era, antes de que se le otorgara la autonomía al Banco de México, todo menos crédito, por lo que el gobierno federal no tenía la obligación, ni de regresar el dinero, ni de pagar intereses.
Tercero. Independientemente de cuál sea la intención del diputado Robles, el resultado de lo que propone sería el fin de la autonomía del Banco de México, algo que por ningún motivo, ¡por ninguno!, debe ocurrir, mucho menos por la intención de que el banco central produzca dinero y se lo de al gobierno para que lo gaste, sin importar en qué gastaría el gobierno ese dinero.
Cuarto. Lo que propone el diputado Robles es el regreso a los tiempo de Echeverría y López Portillo, tiempos que fueron, entre otras cosas, de inflación al alza. ¿Es eso lo que nos conviene?
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