Acecha una crisis como la de 1994 en México (o peor)

Por más que el presidente Andrés Manuel López Obrador presuma de finanzas públicas sanas, la verdad es que estas dan claras señales de vulnerabilidad, y en la recta final de su mandato, el país es acechado por el fantasma del “error de diciembre” (como es trágicamente recordado el momento en que estalló la crisis mexicana en diciembre de 1994) o un demonio peor, pues los desequilibrios internos y externos de nuestra economía sobrepasan hoy ya a los que hicieron estallar aquella “bomba” económica.

Como le digo, la preocupación surge de la creciente inestabilidad en los ámbitos internos y externos de la economía nacional, ya que aumentan su fragilidad, y si tal situación no es desactivada a tiempo (lo cual es muy poco probable que ocurra) podría acarrear severos ajustes de pronóstico reservado en el próximo sexenio.

Pero veamos lo que otros analistas destacados y sus cifras nos presentan.

“Para medir qué tan cerca o lejos se encuentra una economía de su equilibrio, lo relevante son los balances reales. Así, en lo interno lo importante es el exceso de demanda real y en lo externo es el volumen de las exportaciones netas (balance sin efecto precios)”, compartió en su cuenta de X (antes Twitter) el director para América Latina de Moody´s Analytics, Alfredo Coutiño.

El mismo experto amplió su perspectiva en su más reciente análisis escrito, en el que a detalle, presenta los datos que demuestran un exceso de demanda en México, que el año pasado casi alcanzó el 6.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), muy superior incluso al nivel de 4 por ciento de excedente que se tocó en 1994, al cierre de la administración de Carlos Salinas de Gortari.

Pero no sólo es en lo interno. Acerca del déficit externo del país en 2023, Moody’s calcula que fue de poco más del 7 por ciento del PIB, cuando en 1994 no llegó al 4 por ciento (como se ve en el gráfico). 

El comparativo  refleja la profundidad del problema con mucha claridad: en materia de desequilibrios interno y externo YA estamos peor.