Atención: Exceso de liquidez global inundará al mundo (y hay que aprovecharlo)

El incremento acelerado de la liquidez global, en especial en las economías del G10, tendrá implicaciones potencialmente devastadoras para el poder de compra del dinero en el largo plazo (inflación). No obstante, si algo puede beneficiarse de ese proceso inflacionario de dinero son los activos o instrumentos de inversión, como los índices bursátiles, criptomonedas, materias primas, metales preciosos, etc.

Según un análisis de Simon White, estratega macroeconómico de Bloomberg, a nivel global, las condiciones de liquidez han alcanzado niveles históricamente altos, superados en solo dos ocasiones en los últimos 50 años: en 2001 y en 2020. Esta situación ha sido impulsada, principalmente, por la política de relajación monetaria (impresión masiva de dinero) de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos y recientemente las medidas de estímulo económico anunciadas por China hace unos días.

La idea central que plantea White es que este exceso de liquidez —medido por el crecimiento del dinero real en comparación con el crecimiento económico— no es sostenible a largo plazo sin generar tensiones fuertes en los mercados (es decir, alta volatilidad), y nosotros agregamos lo señalado en el primer párrafo: mayor inflación en la vida cotidiana de las personas en todo el planeta.

En este sentido, estamos ante un ciclo post-pandémico en el que la expansión del M1 (agregado monetario que incluye depósitos a la vista, es decir, dinero listo para ser gastado) en los Estados Unidos está contribuyendo de manera significativa a esta ola de liquidez.

Específicamente, tras una contracción inusual y prolongada del M1 luego de la pandemia, ahora vemos una expansión que ejerce una presión al alza en el indicador de liquidez excesiva.

En su análisis también destaca el papel de China en la escena global de la liquidez, pues si bien el gigante asiático no forma parte del G10, su impacto en el crecimiento del dinero global es considerable.

En los últimos dos años, China había actuado como un freno para el crecimiento monetario mundial, sin embargo, los “cañonazos” de gasto público y compras de activos que acaba de anunciar Beijing para levantar del suelo sus mercados financieros, revertirán esta tendencia contribuyendo a un nuevo ciclo de expansión de la liquidez global.

En términos concretos, China representaba cerca de un 30% del M1 del G10, alcanzando un pico de 42% en 2018. Un repunte en el crecimiento del dinero chino podría tener repercusiones importantes en los activos globales, particularmente si estas medidas logran revitalizar el crecimiento económico de manera sostenible, aunque existe la posibilidad de que, como en ocasiones anteriores, solo provoquen elevar temporalmente la liquidez sin resolver problemas estructurales de fondo.

De vuelta a la política monetaria de la Fed, el reciente recorte de 50 puntos base, combinado con la expansión del agregado monetario M1 en los Estados Unidos, proyecta un panorama en el que los bancos podrían incrementar la concesión de préstamos en los próximos trimestres, lo que sumaría aún más combustible a esta ola de liquidez. Como White señala, las normas de concesión de préstamos ya se han relajado, lo que históricamente ha precedido un crecimiento crediticio sostenido.

Los inversores deben aprovechar la “fiesta”, pero aumentar sus precauciones más adelante

White asegura que los mercados de activos, especialmente las acciones, ya presentan valoraciones extremadamente elevadas en casi todos los indicadores y la historia ofrece ejemplos claros de lo que puede suceder en estos casos.

En 2001, el indicador de liquidez excesiva alcanzó niveles similares a los actuales justo antes de la caída final del mercado bajista de 2000-2002. Por otro lado, en 2020, un pico similar en la liquidez fue seguido por un impresionante repunte del 65% en los mercados bursátiles en el año y medio posterior.

La lección es clara: los mercados financieros pueden seguir subiendo en el corto y mediano plazos gracias a este “pozo profundo de liquidez”, pero claro, los riesgos de una corrección (caída) violenta se van incrementando con el paso de los meses.

Y es que no solo la liquidez está en máximos históricos, sino que las condiciones financieras globales también se han relajado notablemente. El Indicador de Tensión Financiera Global (GFTI, por sus siglas en inglés) ha estado aumentando rápidamente y está acercándose a niveles que raramente se han superado en el pasado.

Esto indica un contexto de crecimiento tanto en los Estados Unidos como a nivel mundial, lo cual, como le digo, debería ser positivo para los activos de riesgo.

Sin embargo, como señala White, la expansión rápida de la liquidez puede desencadenar comportamientos especulativos que, a su vez, generan una volatilidad extrema y desestabilizan los mercados.

Es hora pues de actuar sin miedo a la hora de invertir, pero tomando las previsiones necesarias por si se infla una frágil burbuja especulativa que pueda ser reventada por cualquier acontecimiento inesperado.