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La demanda de oro aumentará este año pese a que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos incremente las tasas este año, prevé Sprott, uno de los administradores de fondos especializados en metales preciosos más conocidos del sector.
La razón de que persista la demanda del metal áureo es que los consumidores endeudados buscarán un activo refugio mientras continúe el endurecimiento de la política monetaria de la Fed de encarecer el costo del crédito.
Por otra parte, el déficit presupuestario de Estados Unidos llegó a 215,000 millones de dólares, su nivel más alto en seis años, al tiempo que los ingresos disminuyen tras el recorte de impuestos aprobado en 2017, lo que le obligará a financiar este boquete emitiendo más deuda y, por ende, con tasas de interés más altas.
“El oro realmente funciona bien cuando el estrés financiero comienza a tomar fuerza en el sistema”, dijo a Bloomberg el senior porftolio manager de Sprott, Trey Reik.
El oro se ha mantenido por arriba de los 1,300 dólares la onza; esto, a pesar de que los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense mantienen una trayectoria al alza.
Este miércoles que la Fed anunció una nueva alza de su rango objetivo de tasas de interés en 25 puntos base, ha visto dispararse al precio del oro en más de 20 dólares la onza, lo que nos sirve para recordar que es falso que el metal dorado no pueda subir en un ambiente de tipos de interés en plena escalada.
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